Con 6 derrotas al hilo que les han dejado con marca de 5 victorias y 11 caídas, hundidos en el último lugar de la Liga Dominicana de Beisbol Profesional (LIDOM), las Águilas Cibaeñas experimentan una inusual crisis para este conjunto, que suele ser un ganador consistente y por algo albergan la 2da mayor cantidad de títulos en esa pelota.
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Sin embargo, cuando revisamos algunas estadísticas tradicionales encontramos una rápida explicación a ubicación en el sótano; cierto que ellos acumulan el 2do mejor promedio de bateo colectivo (.267), OPS (.713), el 3cer mejor slugging (.356), el 1er average porcentaje de embasado (.356) y la mayor cantidad de carreras remolcadas (72), pero el desempeño de su pitcheo hace que esto se diluya.
Pitcheo, el nombre del juego como se le dice y del que se requiere un desempeño que cuando menos orbite alrededor de las cifras medias de cada circuito para poder optimizar las posibilidades de competir con éxito.
Eso mucho le faltado a los rapaces, pues en la LIDOM la generalidad de los monticulistas tiene promedio de carreras limpias permitidas de 3.91, whip en 1.44, promedio de imparables cedidos por cada 9 tramos en 8.77 y de bases por bolas en 4.26.
Mientras eso es así, el de las Águilas presenta ERA de 5.41, lo que implica es 38.36% inferior; su whip está en 1.63, un 13,19% inferior, por cada 9 innings permiten 10.14 hits, un 15,62% por debajo de la media, y en boletos ostentan 4.52, 6.10% más deficiente.
¿Se aprecia por qué no han ganado de manera consistente?
Mucho tela queda por cortar en quisqueya, faltan 39 partidos y las Cibaeñas están a 6.5 del 1er lugar y a 2 de la zona clasificatoria, pero para aspirar a la postemporada, desde ya su cuerpo de lanzadores debe tener un giro de 180° en la calidad de su trabajo.
Fuente consultada: lidom.com