Una de las virtudes de las estadísticas en los deportes, es que permiten estructurar análisis y juicios lo más ecuánimes, compuestos de bajos niveles de subjetividad, muchas veces nos reflejan realidades; en el deporte de los bates, guantes y pelotas las cosas igualmente transitan en esa dirección.
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Dicho esto, abordemos el tema del momento este lunes en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), donde César Collins anuncia el cese de sus funciones como Gerente Deportivo para la organización Tiburones de La Guaira. Más allá de las diversas posiciones que emanan en redes sociales sobre el acontecimiento, nuestra intención es que los números sean los que den forma y fondo al juicio de valor sobre la gestión del ejecutivo.
Antes de su llegada, los escualos dejaron un desempeño gris durante el certamen 2021/2022, uno de los más bajos para ellos y vistos en el circuito en años recientes.
En lo que se refiere a pitcheo, los guairistas fueron últimos en promedio de carreras limpias permitidas (6.19), en whip (1.67), juegos ganados (15), partidos salvados (8), carreras permitidas (326), anotaciones limpias cedidas (291), tuvieron la más alta cantidad de derrotas (34), quedaron 7mos en hits permitidos (517), 6tos en ponches (286), 5tos en jonrones (41), boletos (189).
Respecto a la ofensiva se ubicaron 4tos en triples (8), ponches (308), 7mos en average (.273), porcentaje de embasado (.346), slugging (.381), OPS (.727), imparables (456), dobles (78), jonrones (29), boletos (180), coleros en rayitas remolcadas (206), anotaciones (234) y total de bases (637).
Lo que ayudó un poco a minimizar las heridas estuvo en el rendimiento defensivo: 4tos en porcentaje de fildeo (.973), 5tos en errores (49), 6tos en asistencias (494) y 7mos en doble plays (55).
Para la 2022/2023 Collins asumió las máximas decisiones deportivas, se abocó y concretó diversos cambios con otros conjuntos, e igualmente importante, negoció con las organizaciones de MLB que contaban con peloteros de Tiburones y consiguió la participación de estos en la LVBP; el cambio en el desempeño del equipo fue notorio.
Los serpentineros rebotaron a 2dos en partidos salvados, 3ros en efectividad (4.60), victorias (29), concedieron la 3ra menor cifra de rayitas (287), la de anotaciones merecidas (243), 4tos en whip (1.56), terminaron con la 3ra menor cantidad de caídas (26), fueron 4tos en vuelacercas en contra (39), bases por bolas (230), 5tos en ponches (310) y 6tos en inatrapables permitidas (512).
El grupo de bateadores por su parte quedó 1ero en porcentaje de embasado (.377), triples (15), boletos (269), bases robadas (32), 4to en inatrapables (529), dobles (95), remolcadas (283), pisadas del plato (312), 5to en total de bases (744), 6to en promedio (.284), slugging (.400), OPS (.777) y 7mos en cuadrangulares (30).
Finalmente, la defensiva fue 1era en doble plays, 4ta en porcentaje de fildeo (.974), 2dos en asistencias (583) y tuvieron la 4ta menor cantidad de pecados (54).
Entre un año y otro, La Guaira dejó récord de 15-34 (.306) así como 29-26 (.527).