El joven peleador brasileño de MMA, Igor Severino, protagonizó un sorprendente episodio el pasado sábado en su enfrentamiento contra su compatriota Andre Lima durante las preliminares de UFC Vegas 89. En un duelo entre dos promesas invictas, la contienda tomó un giro inesperado en el segundo asalto cuando Severino intentaba derribar a Lima.
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En medio del forcejeo en el clinch, Lima hizo una señal al árbitro Chris Tognoni, quien detuvo la acción para investigar. Se descubrió entonces que Severino había mordido de manera firme el bíceps izquierdo de Lima, dejando claras marcas de dientes en su piel. Esta acción, expresamente prohibida en el reglamento, llevó a la descalificación inmediata de Severino por sus acciones descaradamente ilegales.
La victoria por descalificación otorgó a Lima su primer triunfo en UFC, aunque en circunstancias poco convencionales. Este resultado coloca a Lima con un récord de 8-0 en su carrera profesional, mientras que Severino, de tan solo 20 años de edad, ve su racha invicta interrumpida, quedando con un registro de 8-1.
El incidente evoca inevitablemente la infame pelea entre Mike Tyson y Evander Holyfield, en la cual Tyson mordió y arrancó un pedazo de la oreja de su rival. Si bien las consecuencias no fueron tan extremas en este caso, la mordida de Severino deja una huella perturbadora en la historia del deporte de combate, recordándonos los límites que no se deben traspasar en el calor de la batalla.