A partir del 30 de septiembre de 2025, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) implementará un cambio significativo en la forma en que se procesan los reembolsos de impuestos. En un esfuerzo por modernizar el sistema fiscal y reducir costos, el IRS dejará de emitir cheques en papel, obligando a todos los contribuyentes a recibir sus reembolsos Exclusivamente a través de métodos electrónicos.
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La medida, resultado de una orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump, busca eliminar los costos innecesarios, las demoras y los riesgos de fraude asociados con los pagos físicos. Aunque la mayoría de los contribuyentes ya optan por el depósito directo, esta nueva normativa afectará a aquellos que aún dependen de cheques en papel para recibir sus reembolsos.
Nuevos métodos de pago para reembolsos
Con la implementación de esta normativa, todos los reembolsos de impuestos se enviarán mediante métodos digitales. El IRS utilizará exclusivamente las siguientes opciones:
• Depósito directo en cuenta bancaria.
• Tarjetas de débito o prepago enviadas por correo.
• Billeteras digitales, como PayPal y similares.
• Sistemas de pago en tiempo real (RTP).
Este cambio forma parte del plan de "modernización de pagos del gobierno", diseñado para mejorar la eficiencia y seguridad del sistema fiscal estadounidense.
Excepciones a la nueva normativa
Aunque la mayoría de los contribuyentes deberán adaptarse a este nuevo sistema electrónico, existen excepciones para aquellos que no puedan acceder a métodos digitales. Estas excepciones serán revisadas y aprobadas por el Departamento del Tesoro y contemplan:
• Personas sin acceso a servicios bancarios o digitales.
• Situaciones de emergencia que dificulten el pago electrónico.
• Pagos relacionados con actividades de seguridad nacional.
• Otras circunstancias determinadas por el Tesoro de EEUU.
Los contribuyentes que califiquen para una excepción recibirán opciones alternativas de pago, que podrían incluir cheques físicos u otros métodos adaptados a sus necesidades.
Esta iniciativa buscará garantizar que todos los contribuyentes comprendan las nuevas políticas y cómo pueden adaptarse a ellas. Con esta reforma, el IRS se alinea con las tendencias actuales hacia la digitalización y la eficiencia en los servicios gubernamentales, marcando un nuevo capítulo en la administración de impuestos en Estados Unidos.