Martín Pérez llevaba más de 17 años en el beisbol profesional, 13 en Grandes Ligas y nunca había sido canjeado antes de que los Padres de San Diego lo adquirieran en los minutos previos a la fecha límite del mes pasado. Los Piratas de Pittsburgh no habían avisado al zurdo de 33 años de que estaban hablando de traspasarlo, cuando los aficionados de Houston empezaron a transmitir la noticia del acuerdo mientras lanzaba en el campo el 30 de julio.
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El nativo de Venezuela no se emocionó, había firmado con los bucaneros en enero, pero también se enteró de inmediato adónde iba: a los religiosos y un poco más arriba en la clasificación de comodines de la Liga Nacional.
No tendrá un chip en el hombro cuando se enfrente a sus antiguos compañeros de equipo este miércoles.
"No, entiendo que esto es un negocio", dijo en declaraciones tomadas del San Diego Union Tribune. "No puedes hacer nada. Decidieron canjearme porque tal vez no hay espacio para mí, pero estoy muy orgulloso de ser parte de este equipo. Creo que ha sido un buen movimiento. Creo que es un buen momento para este equipo y estoy contento de formar parte de esto", añadió.
Él ha jugado un papel importante, también, dando cuenta de salidas de calidad en cada una de sus dos apariciones con los Frailes, ambas victorias para el equipo.
En esas salidas, ha ponchado a 13 cediendo solo 2 bases por bolas, ha mantenido a los bateadores rivales en un OPS de solo .504 en 13 entradas, además de 2.08 en promedio de carreras limpias permitidas. Su uso de la curva ha aumentado del 10.4% con los Piratas, al 24.1% desde que se conectó con el coach de pitcheo de los Padres, Rubén Niebla.
Martín Pérez en números
Sin embargo, dijo que empezó a estudiar la posibilidad de aumentar el uso de ese envío hacia el final de su estancia en Pittsburgh, donde tuvo un efectividad de 5.20 en 83 capítulos. Los bateadores contrarios tienen un promedio de bateo de .216, así como slugging de .243 contra ese lanzamiento esta temporada.
"Puedo lanzar cualquier lanzamiento para strike y puedo mover la bola muy bien", precisó. "Creo que sales ahí fuera y no importa lo fuerte que lances. Lo que importa es dónde vas a lanzar. No tengo la velocidad que solía tener, pero tengo experiencia. Puedo ver qué busca el bateador o a qué lanzamiento quiere lanzar. Eso está muy bien y mentalmente soy fuerte y me siento bien".