La reanudación de la NASCAR le deparó finalmente a Chase Elliott una victoria, en vez de vicisitudes.
Elliott logró su primer triunfo de la temporada, al imponerse el jueves en el Charlotte Motor Speedway. Con ello, concluyó un tramo frenético de 12 días para la NASCAR.
Esta carrera, prevista para el miércoles por la noche pero pospuesta por la lluvia, fue la cuarta de la Cup Series en realizarse desde el 17 de mayo, cuando la NASCAR reanudó la actividad interrumpida por el coronavirus.
En este periodo, Elliott había sufrido dos derrotas sumamente frustrantes.
“¡Hombre, fue una semana dura! Sufrimos derrotas muy duras”, dijo Elliott, durante su celebración en la recta final.
Elliott peleaba por el primer puesto en el Darlington Raceway la semana pasada, cuando Kyle Busch lo impactó. Una bandera de precaución con dos vueltas restantes el domingo por la noche, en la carrera Coca-Cola 600, le costó a Elliott otra victoria.
Elliott hizo la parada en pits, cambió los cuatro neumáticos y no pudo recuperar la delantera en la prórroga de un par de vueltas a toda velocidad.
En la carrera del jueves hubo poco suspenso. Elliott superó a Kevin Harvick con 27 vueltas faltantes y se enfiló al triunfo.
El martes, Elliott había ganado también la serie de camionetas en Charlotte. Con ello, tiene un par de victorias en cuatro carreras disputadas sobre esta pista, ubicada apenas a unos minutos de las oficinas generales de la escudería Hendrick Motorsports.
“No es la Coca-Cola 600, pero cualquier victoria en la Cup Series es verdaderamente difícil de obtener”, indicó Elliott. “Realmente aprecio a todos en Hendrick Motorsports, a cerca de aquí. Todos han trabajado realmente duro”.
Denny Halin finalizó segundo en su Toyota, pese a que tres miembros de su equipo de mecánicos estaban en casa, suspendidos por una infracción cometida el domingo por la noche. AP