El Hipódromo La Rinconada siempre ha sido el escenario de grandes momentos del hipismo venezolano por excelencia. En 1982 esto no fue la excepción y el público hípico de la época disfrutó de un momento inolvidable. Ese año, el jinete Juan Vicente Tovar se encaminaba hacia otro campeonato, mientras que, en la escena de los entrenadores, el Casquillo de Oro correspondería a Agustín Bezara Castro.
En la carrera 1.070 de la temporada 1982 se disputó el Clásico Cavepro, una prueba para Ejemplares de 3 años y más edad con Bs. 600.000 en premios en 2.000 metros. Fueron inscritos cuatro ejemplares: Tintoreto, Tajoreal, Guayacitano (tresañero) y Penmarik.
Pero Tintoreto fue retirado y quedaron en carrera Tajoreal con Juan Vicente Tovar, Guayacitano (tresañero) con Douglas Valiente y Penmarik con Gustavo Ávila. Fue una de las pocas veces que el “Monstruo” de los jinetes pudo enfrentar al líder Tovar y a un emergente talento como el de Valiente en una selectiva.
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El resultado fue inesperado. Los más experimentados de la nómina, Penmarik y Ávila, fueron los que pasaron de primero frente al espejo de llegada. El pupilo de Daniel Pérez marcó tiempo de 126 4/5 en los dos kilómetros. Fue el último clásico que ganó Gustavo Ávila en Venezuela.