Después de que el próximo sábado 20 de mayo se celebre el Preakness Stakes (G1), el meeting de Pimlico culmina el 4 de junio y la acción hípica regresa a Laurel Park, el otro hipódromo ubicado en el estado de Maryland. Pero no se sabe por cuánto tiempo durará la actividad allí este año.
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Hay un proyecto en marcha desde el 2020 para remodelar uno de estos dos hipódromos:, pero la prioridad pareciese ser el lugar donde se disputa la segunda corona del hipismo norteamericano. Al recalcular el costo inicial de la remodelación que fue de $375 millones de dólares, el mismo se duplicó en estos tres años y solo alcanzaría para reconstruir una pista de carreras.
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Antes de esto, el Grupo Stronach, propietario de Pimlico y de Laurel Park, anunció que cerraría Pimlico para remodelarlo y el Preakness se disputaría en Laurel hace unos años atrás. El grito en el cielo de los políticos y autoridades estatales no se hizo esperar. Frenaron la reconstrucción de Pimlico y el Preakness siguió con su curso normal.
Pero ahora la disyuntiva que tienen en Maryland es: ¿mantenemos los dos hipódromos abiertos o remodelamos uno y cerramos el otro?. Todo parece indicar que Laurel sería el óvalo sacrificado. Pimlico está por encima de Laurel en la oficina del Gobernador y el Consejo Legislativo. Si se cierra Laurel los problemas se resolverían en parte, pero no hay espacio en Pimlico para meter 1.000 caballos más.
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Pimlico fue inagurado en 1870 y Laurel Park abrió sus puertas en 1911. Por muchos años, este último circo hípico fue escenario de una de las mejores carreras del planeta: el Washington DC International Stakes, donde corrieron varios ejemplares invitados de Venezuela. Allí fue donde se gestó la primera gran hazaña del hipismo criollo: El uno-dos de El Chama y Préndase, en noviembre de 1955.