¡Vinotinto, gracias por la esperanza!

Por Meridiano

Domingo, 11 de junio de 2017 a las 04:10 am
Suscríbete a nuestros canales

Manuel Vargas | @MA_Vargas7

La Vinotinto entregó el alma sobre el césped del Estadio de la Copa Mundial de Suwon, en esta final del Mundial Sub-20 de Cores del Sur 2017, que terminó perdiendo 0-1 ante Inglaterra y en la que tuvo una gran segunda parte, pero la fortuna no quiso tenderle una mano. Los ingleses son ahora los Campeones del Mundo Sub-20 por primera vez en su historia.

Un evento que solo sucedía cuando juegas FIFA o PES ocurrió hoy y en la vida real para el asombro de muchos. Venezuela estaba en una final de un Mundial de la FIFA, en la categoría Sub-20, y con mucho mérito. Al frente estaba una selección muy regular de Inglaterra que también tenía una cita con la historia y que fue ella la que decidió darle el "sí" a los británicos.

“Los jóvenes Leones” se coronaron con el título de campeones gracias a una primera mitad de mucho valor. Controlando el esférico anularon la buena presión arriba de la Vinotinto y cuando no podían usaron los balones largos como su arma más peligrosa. La vertiginosidad que le imprimían los ingleses al juego era bien correspondida por los criollos, pero no bien controlada, porque los de vinotinto cedieron el balón en varios tramos, que combinado con muchas ocasiones, hicieron héroe a Wuilker Faríñez.

El de Catia se multiplicó en varias oportunidades para evitar el gol. Como pulpo sacó varios tentáculos y enseñó que hay portero para rato; mientras se lucía Faríñez, Venezuela se iba acomodando en el terreno de juego poco a poco, llegando a asustar al portero Freddie Woodman que vio como el poste lo salvaba de quedar muy mal ante un disparo de tiro libre lejano de Ronaldo Lucena. Sin embargo, en la enésima oportunidad cayó el único gol del partido.

Faríñez, al que ya Marvel le debe estar haciendo una película como nuevo superhéroe que se unirá a Los Vengadores, se enfrentó en un mano a mano contra Dominic Calvert-Lewin, tras un tiro libre mal defendido por la zaga venezolana. Ante el primer disparo de Calvert-Lewin el portero caraqueño sacó una mano prodigiosa, pero el rebote le volvió a caer al mismo inglés que ante la pasividad de los defensas marcó a placer.

Soteldo cambió el panorama     

Con la segunda mitad apareció en grande, paradójicamente, la figura de Yeferson Soteldo. El de Acarigua ingresó como un tiro en el partido y fue la cara de una Vinotinto que salió con todo a un segundo tiempo en el que Faríñez no se vio más y Woodman cobró todo el protagonismo.

Soteldo se adueñó del juego e hizo jugar a los suyos. Sus compañeros lo buscaban y el atendía el llamado más rápido que un call center.  Peña y Peñaranda se asociaron bien con él, pero apenas comenzando el segundo tiempo fue Sergio Córdova quien no pudo aprovechar un buen pase de Soteldo y la jugada acabó con el mal control de “La Pantera”,  su intento apurado de pasar el balón entre las piernas del portero y Woodman deteniendo el balón in extremis.   

Los dirigidos por Rafael Dudamel demostraron que el discurso y las ganas de hacer historia habían funcionado en el entretiempo porque todos crecieron en el juego, tanto por la entrada de Soteldo como por amor propio.

Peñaranda, siempre grande

Adalberto Peñaranda ya había tenido una chance de tiro libre que se fue cerca en el primer tiempo, pero esta vez la tuvo más cerca en forma de penalti. La jugada la creo él mismo y fue una falta que ni el VAR, aunque lo intentó, pudo tumbar. Fue Peñaranda el que tomó la responsabilidad de patear dando su primera muestra de grandeza, porque el empate en una final del mundo caía en sus pies.

El merideño tiró a lo seguro, al medio, y Woodmann se lanzó a su derecha. Cuando más de 30 millones de gargantas gritaban el gol, el británico sacó la mano izquierda como pudo y logró detener el esférico. No hubo manera, la suerte no quiso sonreírle a la Vinotinto y el 0-1 siguió brillando en la pizarra.

Peñaranda trató, hizo de todo, terminó hasta cojeando, con lo que parece una lesión en el quinto metatarsiano; pese al falló su grandeza radica en el hecho de no rendirse y aunque tiene mucho que mejorar, el “7” venezolano continuó en la lucha hasta que las fuerzas le dieron. Eso, también es ser grande.

Los últimos minutos dieron un final trepidante en el que Venezuela atacó con todas las fuerzas y las esperanzas que tenían de reserva y los ingleses defendieron con garra su victoria. El pitazo final sonó para el éxtasis británico que levantó así, por primera vez desde 1966, un trofeo de campeones. Inglaterra se alzó con el título y los criollos se quedaron con el subcampeonato, pero también se llevan el honor que ellos mismos se ganaron por su estupendo torneo.       

Este equipo de Venezuela nos llenó de esperanza. Nos hizo creer que podíamos ser los mejores en algo; que sin tener una corona en la cabeza, sin tener un bate, un guante de boxeo o una espada en la mano podíamos se nombrados como campeones. Sin duda alguna fue un gran mundial que hizo que el mundo volteara la cara hacia esa puntica de Sudamérica no solo para ver la situación que vive el país, sino para ver que en Venezuela hay futbol para regalar.

Gracias chamos, porque representaron dignamente esa garra, esa entrega y ese espíritu que da ser venezolano. Gracias chamos, porque hicieron que muchos se fijaran que en el país el futbol también cuenta y mostraron que en el deporte más hermoso del planeta también somos buenos. Gracias chamos,  porque fueron la luz de los venezolanos que salen a luchar en a las calles por una Venezuela mejor. Gracias chamos, porque dan esperanzas para que en un futuro se repita la historia en una Copa del Mundo de mayores. En fin, gracias por esa ilusión de un futuro con mucho futbol, gracias por un futuro más vinotinto.

Las más leídas


Las más leídas


Las más leídas


Últimas noticias


BEISBOL


HIPISMO


TEMAS DE HOY:
Jueves 03 de Julio de 2025
VE
Escoge tu edición de meridiano.net favorita
VE (Venezuela)
US (USA)
Vinotinto Sub 20