Gianni Infantino tomó el centro del escenario detrás de Lionel Messi y sus compañeros de equipo del Inter Miami en octubre pasado para hacer el anuncio sorpresa de que había ajustado la clasificación para la Copa Mundial de Clubes para acomodar a la franquicia de la MLS en su fase de grupos.
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Ocho meses después, Messi y sus compañeros veteranos del FC Barcelona, Sergio Busquets, Luis Suárez y Jordi Alba, se encontraron con cuatro goles en la primera parte del equipo líder de Europa, en una eliminatoria de octavos de final del Mundial de Clubes que se decidió casi al instante. Derrotado por 4-0, el Inter Miami, último representante de la MLS en este Mundial de Clubes en casa, quedó eliminado. Por muy lejos que estuviera del Paris St-Germain en Atlanta, cumplió su propósito para Infantino.
Parte importante del negocio
El presidente de la FIFA necesitaba la calidad estelar de Messi, dada la ausencia de algunos de los equipos con mayor afición de Europa en la competición, como el propio Barcelona, además del Liverpool, el Arsenal y el Manchester United. Aunque incluso a Infantino le habría costado encontrar una razón para incluir a este último. Un torneo estadounidense sin Messi habría sido difícil de convencer para un público estadounidense que, en ocasiones, se ha mostrado indiferente a los grandes clubes extranjeros que han llegado para jugar en pleno verano.
El problema de meter con calzador a Messi y al Inter Miami era que estaba destinado a demostrarle a Estados Unidos la gran diferencia que tienen sus propios clubes con respecto a los de Europa y Sudamérica. Al preguntársele cómo se podría reducir la brecha, el entrenador del Miami, Javier Mascherano, otro veterano del FC Barcelona, evitó la pregunta. "La gente involucrada en la MLS sabe mejor que yo lo que tienen que hacer para progresar en la liga y ser competitivos", dijo.
Messi tendrá que esperar más tiempo para descansar. Miami tiene programado viajar a Canadá el sábado para un partido contra el Montreal, un equipo en apuros. Su club ocupa el sexto lugar en la Conferencia Este de la MLS, pero ha jugado hasta cuatro partidos menos que algunos equipos de la división. Actualmente, la temporada regular de Miami no concluye hasta el 18 de octubre.