La sexta jornadas de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa del Mundo 2026 tuvieron mucho más que fútbol. Y es que, lamentablemente, la violencia también se hizo presente y no solo en un estadio, sino en dos.
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Durante el pasado martes, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, Brasil y Argentina se enfrentaron en uno de los partidos más esperados del premundial. Sin embargo, previo al pitazo inicial sucedió un hecho terrible en las gradas, cuando la policía local arremetió de forma violenta contra varios aficionados argentinos.
Horas más tarde, en el estadio Nacional de Lima se extendió aun más una "guerra" entre Venezuela y Perú que había iniciado desde el lunes. Esta vez, la Policía Nacional de Perú evitó que los jugadores de la Vinotinto se acercaran a un sector de las gradas para saludar a los aficionados venezolanos, terminando con un futbolista golpeado tras una pequeña trifulca.
Ante esto, la CONMEBOL se manifestó en un comunicado en la tarde de este miércoles, afirmando que condena toda forma de violencia, racismo, xenofobia y discriminación en los estadios.
"La Confederación Sudamericana viene trabajando sistemáticamente en la erradicación de este flagelo que afecta al fútbol sudamericano y mundial; y se pone a disposición para continuar colaborando en toda iniciativa que busque erradicar la intolerancia y la violencia en el deporte", reza parte del mensaje.
No obstante, el ente deportivo fue tajante al recalcar que ellos no están a cargo de la organización de las Eliminatorias Sudamericanas a la Copa del Mundo.
"Así mismo, deja constancia que la CONMEBOL no es organizadora de las clasificatorias a la Copa del Mundo. La elaboración de las normas que rigen la clasificatoria, así como la decisión de abrir una investigación y la aplicación de eventuales sanciones, son atribuciones exclusivas de la FIFA", finalizó el comunicado.