Erling Haaland no se enfrentará a ningún castigo retrospectivo tras arrojar el balón a la cabeza de Gabriel Magalhaes instantes después del agónico empate del Manchester City contra el Arsenal el pasado domingo en el Etihad.
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El Manchester City, que se adelantó en el marcador por mediación de Haaland en los primeros compases de la reñida contienda, se encontró con un 2-1 en contra al descanso, después de que Riccardo Calafiori anotara un soberbio gol de empate desde lejos y Gabriel marcara de cabeza a la salida de un córner.
Sin embargo, el Arsenal se quedó con diez hombres tras ver Leandro Trossard la segunda tarjeta amarilla por dar una patada al balón, y optó por replegarse y defender durante el resto del partido con la esperanza de conservar su escasa ventaja.
El agónico empate de John Stones que emocionó de más a Erling Haaland
John Stones, en última instancia, dio al City un punto vital con el gol del empate en el minuto 98, después de que los campeones dominaran un 88% de la posesión en la segunda parte. Enardecido tras el gol de su compañero, Haaland corrió a recoger el balón y se lo lanzó directamente a Gabriel, que tenía la cara dentro de la camiseta en señal de decepción.
Asimismo, el balón conectó con la nuca del brasileño y se introdujo en la portería, provocando la ira de los abatidos jugadores del Arsenal. El VAR revisó el incidente y consideró que no era necesaria ninguna acción en ese momento, y ahora se entiende que el noruego tampoco se enfrentará a ningún castigo retrospectivo.
¿Es positivo?
Ante esta decisión, Micah Richards admitió que es positivo «ver un poco de aguja» antes de lo que promete ser otra apasionante carrera por el título, pero su colega Roy Keane instó a que lanzar el balón a la nuca de alguien es ir demasiado lejos.