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Internacional

El fútbol, la FIFA y las guerras

Miércoles, 02 de marzo de 2022 a las 01:19 pm

Samuel Aldrey / @SamuelAldrey

Llama la atención la velocidad y contundencia de la FIFA sobre la exclusión de Rusia de sus competiciones, pues el organismo ha dosificado históricamente sus castigos, incluso ante la insistencia de regímenes de todo signo para procurarse la cobertura total del verdadero opio de los pueblos, como diría el escritor uruguayo, Eduardo Galeano.

La FIFA no está alejada de la política. De hecho, su primera gran decisión fue después de la Segunda Guerra Mundial. 

En el Mundial de Brasil ni Alemania ni Japón participaron en el campeonato de 1950. 

1950 fue el Mundial del Maracanazo cuando Uruguay venció a Brasil por 1-2 en el Maracaná / Archivo


La federación alemana se derrumbó en 1945 y ese mismo año la japonesa fue suspendida.

Solo se perdonó a Italia que defendió su título conseguido en 1938 en el Mundial de Francia. Tras la muerte de Mussolini, el país quedó alineado con los vencedores de la guerra.

La FIFA siempre ha ido a hurtadillas con los temas políticos y siempre quiere dejar en claro que nadie utiliza la organización para satisfacer intereses políticos, salvo operaciones con enormes maletines de dinero -como en el caso de FIFAGate-.

De hecho, esta vez evadieron el pequeño movimiento de Polonia al negarse jugar contra Rusia. No tuvo ni un comunicado.

Un episodio que la FIFA conoce bien, pues en 1973 la Unión Soviética se negó a jugar contra Chile tras el golpe de Estado a Salvador Allende. El equipo soviético no viajó a Chile y se tuvo que disputar un partido fantasma donde la selección sudamericana tuvo que anotar un gol "simbólico".

Lea también: El partido fantasma: cuando la URSS se negó a jugar el repechaje contra Chile

También le ocurrió a España en la primera Eurocopa de 1960. Curiosamente, también con la URSS.

El partido de ida era en Moscú;  la vuelta, en Madrid. No obstante, a Franco no le gustó que los soviéticos jugasen en España y solicitó que ambos partidos se jugaran en Moscú o en territorio neutral. 

La URSS se negó a la petición y España quedó fuera de la competición por orden de la FIFA. 

Otro episodio similar se vivió en 1966 en el Mundial de Inglaterra cuando la FIFA excluyó a Sudáfrica. En 1960 ya la Confederación Africana de Fútbol también los había expulsado por una razón: el apartheid. La FIFA los expulsó en 1961, pero los readmitió en 1963.

En el Mundial de 1966 el campeón fue Inglaterra / BBC


¿Por qué los readmitió? Porque Sudáfrica prometió enviar al Mundial del 66 un equipo solo de blancos y al de 1970 uno solo de negros, pero al darse cuenta de la locura que estaban haciendo rectificaron excluyéndolos de toda competición en 1966. Volvieron a ser parte del fútbol internacional en 1992.

La de mayor tensión: las Malvinas

En 1982 se vivió uno de los partidos con más tensión de un Mundial. El 13 de junio se disputó el Bégica-Argentina (1-0) con la guerra de las Malvinas aún estallando municiones. Los argentinos presentaron su rendición al día siguiente y el 17 de junio, Leopoldo Galtieri, dimitió. 

El golpe fue enorme, pero se sentiría en los jugadores años después. Passarella, el capitán, contó a diario El Gráfico: "No debí haber jugado el Mundial del 82. En Malvinas muchos chicos murieron y yo, como capitán, debí hacer algo para que no entráramos en la cancha".

Luego Argentina tendría una revancha en la cancha en el Mundial del 86 cuando se enfrentaron en la semifinal del Mundial y Diego Armando Maradona les metió dos goles para la posteridad: "La Mano de Dios" y el "Gol del Siglo". 

Diego relató aquel partido de la siguiente manera: "Era como ganarle a un país, no a un equipo de fúbol. Habían muerto muchos pibes argentinos, los habían matado como a pajaritos. Esto era una revancha, ¡un carajo que iba a ser un partido más!", revelaría Maradona en su biografía. 

Último antecedente

El último antecedente fue la guerra de los Balcanes que se metió de lleno mientras se disputaba la Eurocopa de 1992. El 30 de mayo a once días del primer pitazo, la ONU firmó un acta para iniciar el bloqueo a Yugoslavia, que incluía al deporte.

En aquel momento el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció que su selección quedaba fuera de la Eurocopa y del Mundial del 94, no obstante aquella decisión no le gustaba: "No creo que se deba mezclar la política con el deporte son cosas distintas".

Tan distintas en el 2022 no parece ser,  pues el fútbol tiene una relación intimamente relacionada con la política desde hace décadas. Quizás allí se halle la respuesta a la veloz represalia de la FIFA hacia Rusia.

FARÁNDULA


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