Una de las apuestas del presidente del Barcelona, Joan Laporta, cuando tomó el cargo fue traer a Xavi Hernández, uno de los más queridos por la fanaticada culé por sus tiempos como jugador activo, para que se encargara de dirigir al club y que volviera a ser un equipo exitoso, pero no todo ha sido color de rosas.
NOTAS RELACIONADAS
Tras tomar el puesto de entrenador, Xavi le cambió la cara al conjunto blaugrana y le dio dos títulos LaLiga 2022-23 y la Supercopa de España 2023, tras casi dos años que tomó las riendas. Sin embargo, su paso por las competiciones europeas no fue el mejor y no pudo llegar a instancias definitorias ni en Champions League ni en Europa League. Ante esto, el español anunció que dejaría el cargo a final de la temporada y puso en alerta a la dirigencia del club para que vaya buscando su sustituto.
La noticia sorprendió a todos y el último que habló sobre ello fue el propio Laporta, destacando la confianza y el cariño que hay desde el equipo hacia Xavi por ser uno de los jugadores más icónicos de la historia del club , formando parte del último núcleo exitoso de los culés.
Solo porque es Xavi
Ante el anuncio de Xavi de que se va del Barcelona el 30 de junio, Laporta comentó que le permitió quedarse hasta esa fecha por el nexo que une al ex futbolista con el club. Asimismo, él fue una de las apuestas del presidente para tratar de enderezar el rumbo del conjunto y, aunque hubo diversos cambios que beneficiaron al equipo, el conjunto esperaba mucho más para volver a sus días de gloria de la década de 2010.
"Si no fuera Xavi, ya lo habría destituido. Le dije que se quedase hasta el 30 de junio solo porque es él", dijo Laporta, dejando clara la confianza que había de parte del club hacia el entrenador. Una de las razones de la salida de Xavi es la presión que sintió el español al dirigir a los culés, la cual fue mucha para él y decidió que era momento de buscar nuevos caminos alejados de Barcelona.