La expulsión de Aritz Elustondo en el enfrentamiento entre la Real Sociedad y el FC Barcelona ha generado un intenso debate sobre su corrección. Ocurrió en el minuto 17 de partido, cuando Elustondo cometió una falta a Dani Olmo, quien avanzaba rápidamente hacia la portería, dejando atrás a los defensores. El colegiado, tras observar la jugada, decidió mostrar una tarjeta roja directa al defensor de la Real, considerándolo el último hombre.
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Desde una perspectiva objetiva, la decisión del árbitro parece justificada. La falta fue clara: Elustondo derribó a Olmo, que iba solo frente al portero Remiro, lo que evidencia una oportunidad clara de gol. Las reglas del fútbol respaldan la expulsión en estas circunstancias, donde se interrumpe un ataque peligroso a través de una falta antideportiva. Además, este incidente obligó a la Real Sociedad a jugar una gran parte del partido con un hombre menos, lo que complicó aún más su desempeño en el campo.
Sin embargo, algunos críticos argumentan que la decisión fue demasiado severa. Javi López, quien también estaba cerca de la jugada, sugirió que Elustondo podría haber llegado a tiempo para disputar el balón. Esta opinión resalta la subjetividad de las decisiones arbitrales, donde el criterio personal puede influir en la interpretación de la acción.
Es importante considerar que esta expulsión no solo marcó el desarrollo del partido, sino que también estableció un precedente, ya que fue la más temprana de la historia de La Liga para un jugador de la Real Sociedad tras la introducción del VAR. A pesar de las dudas, la mayoría de los analistas coinciden en que el árbitro actuó de acuerdo con las normas, siendo un recordatorio de la naturaleza a veces controvertida de las decisiones en el fútbol.