Caracterizado por entrevistar a grandes estrellas, ahora él se encuentra del otro lado. Y es que, el periodista Jorge Ramos estrenó su autobiografía llamada “Así veo las cosas”, donde habla sin tapujos sobre detalles antes no mencionados de su vida personal.
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En ese sentido, el mexicano de 66 años indicó que, el libro está dedicado principalmente a sus hijos, Paola y Nicolás. También la hace mérito a su pareja, la venezolana Chiquinquirá Delgado y a sus hijastras, Marielena y Carlota, retoños de la animadora con Guillermo Dávila y Daniel Sarcos, respectivamente.
“Siempre me defino como periodista e inmigrante, pero en realidad soy muchas otras cosas más (…) Soy la pareja de Chiqui, soy también el papá de Nicolás, de Paola, de Carlota y de Marielena. Esas cosas me definen mucho más que ser periodista e inmigrante”, comentó.
Entre tanto, confesó que, fue su madre María de Lourdes de 90 años, o “la jechu” como la llama cariñosamente, quien lo motivó a escribir. “Estar a gusto en tu propia piel, ser como tú eres y no tener que ser otra cosa”, resaltó al hablar de la felicidad.
El abuso que sufrió
Lo oscuro de su vida también estuvo reflejado en las memorias, cuando contó los malos tratos que vivió cuando estudiaba en una escuela de sacerdotes. “Nos pegaban. Agarraban las suelas de los zapatos, nos pegaban atrás, nos pegaban en las manos, entonces crecí en contra de esa autoridad religiosa y en contra de un papá duro”, señaló.
“El mismo que me confesaba los viernes era el que nos pegaba, y luego con el temor de niño de que si me moría con un pecado sin confesar me iba al infierno”, añadió.
Por tal razón, el presentador de noticias admitió que no cree en Dios y nada que tenga que ver con él. “Cuando estás en la guerra te das cuenta que no hay reglas”, expresó. “Agradeces la vida y agradeces poder respirar, agradecer el dolor y agradeces todo de estar vivo. Somos un pedacito en la galaxia y el universo (…) quisiera decirte que me transformé y empecé a creer, pero no”.
En cuanto al nombre de la pareja, el cual es el mismo de una virgen, el azteca respondió: “La mamá de Chiqui, Deborah, a quien adoro, le habían dicho que no podía tener una hija más por problemas personales y de pronto Chiqui nace, entonces promete darle el nombre de una virgen. Ella es muy creyente, la mamá es muy creyente”.