La editora de la revista Vogue, Anna Wintour deja su cargo a la orden, según informó este jueves Condé Nast a CNN. La noticia ha sacudido en entretenimiento y el mundo de la moda luego de haber dedicado tres décadas de su vida a la marca.
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Wintour busca su reemplazo para la revista estadounidense con un nuevo cargo que se titulará “responsable de contenido editorial”, cabe destacar que, a pesar de la renuncia no se desvinculará por completo de Condé Nast.
Por ahora, no se conoce ningún nombre de quién pueda ocupar el puesto de la exdirectora, pero, sin duda, estarán en una búsqueda rigurosa de la persona idónea para estar al frente de la revista Vogue.
El legado de Anna Wintour
Esta decisión de Anna Wintour marca el fin de una era de Vogue que inició en 1988 cuando ocupó el cargo por primera vez. Sus portadas marcaron un antes y después en las revistas, usadas como referente cultural por su concepto, elegancia y vanguardismo que rompió esquemas.
En su primera portado usó a la modelo israelí Michaela Bercu con unos jeans deslavados, siendo la primera vez que esta prensa era usada en la primera plana de Vogue, esto sin duda marcó una diferencia y selló su camino al éxito.
Cuando Wintour llegó a la revista se deshizo de todo lo impensable de sus antecesores y dio paso a una nueva era llena de rebeldía por las decisiones tomadas. Se acabaron los retratos controlados en estudio, en su lugar aparecieron tomas casuales, al aire libre y de medio cuerpo.
Desde el 2020 ocupa el puesto de directora global de contenido de Condé Nast, supervisando a todas las publicaciones de las revistas bajo la editorial, entre ellas: Vanity Fair, Wired, GQ, Architectural Digest, Bon Appétit y Condé Nast Traveler.