Redacción Meridiano
CARACAS. Constantes fueron los reclamos de los aficionados a través de la red social Twitter al gerente deportivo de Leones del Caracas, Richard Gónez, por la gestión del equipo a lo largo de la temporada 2021-2022. Pese a que la novena consiguió una clasificación sin muchos apuros al Round Robin, el rendimiento del equipo capitalino en esa instancia fue por debajo de sus expectativas. Una de las aristas que más apuntaron al directivo fue la importación.
¿Y por qué? Pese a tener a uno de los extranjeros con el rendimiento más "parejo" del campeonato, el infielder cubano Yosmany Guerra, quien fue con los turnos oficiales el segundo mejor bateador del equipo en promedio (.328 en 49 encuentros, todos los de la ronda regular), en los que ligó 61 hits, 10 dobles, un triple y 25 carreras impulsadas, además de 33 anotadas. De igual forma, el antillo no tuvo mejor suerte en la postemporada y fue dejado en libertad.
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Solo pegó nueve imparables, dos dobles, trajo tres carreras y pisó el home en la misma cantidad de ocasiones, para un minúsculo average de .243. Tuvo que darle espacio al campocorto mexicano Carlos Sepúlveda, quien llegó para la última parte del "Todos contra Todos", ya cuando el elenco selvático estaba al borde del abismo, eliminación que concretaron este miércoles.
Sin embargo, el infielder ha ligado para .467 en sus tres primeros cotejos, con un triple, dos empujadas y cinco anotadas. Otro toletero traído del país norteamericano en postemporada, el cubano Maikel Serrano, no ha tenido consigo el desempeño que hubiese significado salvar a los melenudos de quedar fuera de competencia.
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Liga para .192 en seis choques, cun una sola empujada. Más que sus desempeños, la crítica de la "legión caraquista" parte del tiempo en el que llegaron, para algunos mucho después de cuándo debió haber ocurrido. La falta de ofensiva en el Round Robin fue el factor fundamental para que Caracas no compitiera.
Ni hablar del pitcheo
En medio de un certamen difícil en el aspecto del pitcheo para todos los conjuntos de la LVBP, Leones no contó con fortuna en su staff de brazos extranjeros, ni en la Ronda Regular ni menos todavía en postemporada.
La rotación fue integrada en principio por dos lanzadores de buenos comentarios, uno de ellos con una experiencia más que satisfactoria en el circuito rentado nacional, Alex Sanabia. El californiano estuvo junto al nicaragüense Kevin Gadea, pero ambos no pudieron con la labor encomendada.
Los dos presentaron efectividades de ocho puntos o más (8.00 Sanabia, 9.26 Gadea) y solo realizaron tres aperturas cada uno, en el que totalizaron 20.2 innings, diez ponches, 21 carreras recibidas y 28 hits, con Whip que superaba el 1.85.
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Los sustituyeron los dominicanos Gerson Garabito, quizás el mejor serpentinero importado que trajo el cuadro avileño en el torneo y Jeffry Valdez, finalmente otra decepción. 11.00 en porcentaje de carreras limpias, 11 carreras recibidas en nueve entradas, seis ponches y cuatro boletos. Él fue sustituido en el draft de adiciones por Danny Rondón, de Águilas del Zulia.
Garabito si respondió y ganó dos juegos, perdió uno en seis cotejos, inició un duelo, acumuló 12.2 actos, logró un hold, su Whip fue de 1.74, ponchó a diez y regaló seis boletos. Su puesto fue cedido a Serrano, luego de no tener el mismo desempeño entre finales de diciembre y principios de enero, al permitir dos carreras en su único choque de acción.
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Algunos nombres pudieron responderle a los metropolitanos, pero no en los momentos que pudieran haber necesitado con mayor vehemencia. Entre tiempo y la falta de tino en las firmas, los legionarios poco pudieron hacer para evitar la caída, por año 13, de Leones en su camino a conquistar el título 21.