El 18 de octubre de 1977 se disputó el sexto y último juego de la Serie Mundial entre los Dodgers de Los Ángeles y los Yanquis de Nueva York en el Yankee Stadium. Los locales tenían una ventaja de 8-3 en el noveno inning y parecían encaminados a conquistar el título, pero los visitantes no se dieron por vencidos y buscaron una reacción.
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Con dos outs y corredores en primera y tercera, el mánager de los Dodgers, Tom Lasorda, decidió enviar al plato al venezolano Víctor Davalillo como bateador emergente por el receptor Steve Yeager. Davalillo, que había regresado a las Grandes Ligas ese año tras jugar tres temporadas en la Liga Mexicana de Béisbol, era conocido por su habilidad para tocar la bola y embasarse.
Davalillo enfrentó al lanzador Mike Torrez, que había sido el héroe de los Yanquis en el quinto juego al lanzar un juego completo y ganar 5-1. El venezolano sorprendió a todos al tocar la bola por el lado de tercera base, Craig Nettles, que no pudo hacer el out en primera y permitió que Steve Garvey anotara desde tercera. Davalillo se adjudicó un indiscutible y mantuvo viva la esperanza de los Dodgers.
El hit de Davalillo fue el único que conectó en esa Serie Mundial, en la que participó en tres juegos como bateador emergente. Fue la tercera vez que el zuliano jugaba en el Clásico de Otoño, tras haberlo hecho en 1971 con los Piratas de Pittsburgh y en 1973 con los Atléticos de Oakland, con los que ganó dos anillos de campeón.
Vitico fue el tercer venezolano en participar en cuatro Series Mundiales, después de David Concepción y César Tovar. Su última aparición fue en 1978, también con los Dodgers, que volvieron a perder ante los Yanquis. Davalillo se retiró de las Grandes Ligas en 1980, a los 41 años, con un promedio de bateo de .279 y 125 bases robadas en 16 temporadas.
Davalillo fue uno de los mejores bateadores emergentes de la historia, al establecer un récord de 24 hits consecutivos en esa función. También fue el primer venezolano en ganar un Guante de Oro como jardinero central en 1964 con los Indios de Cleveland. En Venezuela, jugó 30 temporadas con los Leones del Caracas y los Tigres de Aragua, y fue campeón bate en cuatro ocasiones.
Vitico es considerado como uno de los mejores peloteros venezolanos de todos los tiempos, y su hit en la Serie Mundial de 1977 fue una muestra de su talento y su coraje. Aunque no pudo evitar la derrota de los Dodgers, su toque de bola quedó grabado en la memoria de los aficionados al béisbol.