Las supersticiones son, sin duda alguna, parte habitual del deporte. Por supuesto, el beisbol no es la excepción a esta norma y de hecho se podría considerar como una de las disciplinas en las que más supersticiones existen dentro y fuera del terreno.
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En el duelo ante los Piratas de Pittsburgh, Oswaldo Cabrera conectó su quinto cuadrangular de la campaña, para así ayudar a los Yankees a llevarse una serie que mantiene viva una pequeña esperanza de que los "Bombarderos del Bronx" vayan a postemporada.
Al llegar al dugout luego de su batazo de vuelta completa, el venezolano fue recibido por su compañero Estevan Florial, que no paraba de gritar "¡El bate!, ¡El bate!". Y es que en efecto, algo muy especial ocurrió antes de que el utility criollo conectara el jonrón.
El poder de Clemente
Un día antes del duelo del sábado, el equipo completo de los Yankees de Nueva York visitó el Museo de Roberto Clemente, en Pittsburgh, con motivo justamente del día de Roberto Clemente.
Lo curioso del caso es que en dicho Museo, el venezolano tuvo la oportunidad de sostener en sus manos un histórico bate del legendario jugador boricua que pesa 40 onzas (siete onzas más que los bates de la actualidad), y que se cree que da suerte a los jugadores que lo sostengan, suerte que suele manifestarse en forma de cuadrangular.
Dicho y hecho. Un día después de su visita al Museo de Clemente, Oswaldo Cabrera conectó el que apenas es su quinto jonrón del año. Además, el batazo fue monstruoso, algo atípico para el criollo. "Tenía tiempo sin conectar un cuadrangular así", expresó Cabrera en declaraciones recogidas por MLB.com. ¿Hubo ayuda del poder de Clemente? Posiblemente.