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El 13 de julio de 2004, un joven Miguel Cabrera de 21 años y 87 días irrumpió en el firmamento de las Grandes Ligas, no solo como el venezolano más joven en participar en un Juego de Estrellas, sino también como el presagio de una leyenda que estaba a punto de escribir sus primeros capítulos.
Un debut histórico
El camino de Cabrera al Juego de Estrellas de 2004 había sido meteórico. Con apenas 20 años, ya se había establecido como una de las jóvenes promesas más emocionantes del béisbol. En su primera temporada completa con los Marlins de Florida, bateó para .294 con 33 jonrones y 112 carreras impulsadas.
Su impresionante desempeño lo llevó a ser seleccionado para el equipo de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas, convirtiéndose en el venezolano más joven en recibir este honor.
El inicio de una leyenda
A partir de ese histórico debut, Miguel Cabrera se embarcó en una carrera plagada de éxitos. Fue elegido dos veces Jugador Más Valioso, participó en doce Juegos de Estrellas, se adjudicó siete bates de plata, fue cuatro veces campeón bate, triunfador en la Serie Mundial con los Marlins de Florida y también, en 2012, se consagró como triple coronado.
"Miggy" se consolidó como uno de los bateadores más temibles de su época.
Veinte años después de su debut estelar en un Juego de Estrellas, Miguel Cabrera sigue siendo una figura icónica del beisbol, ahora desde la parte externa del terreno de juego. Su nombre está grabado en los anales de la historia como uno de los mejores toleteros de todos los tiempos.