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Los Entrenamientos Primaverales tienen muchísimas muchísimas funciones dentro del beisbol de las Grandes Ligas. Para los equipos, por supuesto, es el momento ideal de terminar de conformar el roster con el que iniciarán la temporada y además es una buena oportunidad de ojear a sus jugadores jóvenes ante lanzadores del más alto nivel.
Para los jugadores, lo principal sin duda es ponerse a tono y retomar el ritmo necesario para empezar la temporada en un gran estado de forma y no sentir las secuelas que deja la inactividad. Sin embargo, no todos tienen un puesto asegurado, por lo que muchos peloteros también ven al Spring Training como su oportunidad de ganarse un puesto de trabajo en las Grandes Ligas, lo que hace que febrero y marzo sean meses de vida o muerte para ellos.
Justamente eso es lo que vive actualmente un receptor cuyo nombre ha retumbado en los últimos meses en Venezuela: Luis Torrens. Luego de su magnífico rendimiento con el madero siendo refuerzo de Tiburones de La Guaira en la LVBP y en la Serie del Caribe, el criollo se ganó un contrato con los Yankees de Nueva York con invitación al Spring Training, en donde ha iniciado encendido, lo que genera una duda más que válida: ¿Tiene chances reales de convertirse en el catcher de los neoyorquinos?
Tarea complicada
Si Torrens quiere ganarse un puesto, la realidad nos indica que realmente será bastante complicado. Actualmente, el venezolano no forma parte del roster de 40 del equipo, roster en el que se encuentran nada más y nada menos que cinco receptores: José Treviño, Austin Wells, Ben Rortvedt, Agustín Ramírez y el criollo Carlos Narváez.
Algo parece seguro: los receptores principales del equipo serán José Treviño y Austin Wells. El primero es sin duda el catcher de mayor peso que tienen los Yankees, al ser un antiguo ganador de Guante de Oro y Guante de Platino. Por otro lado, Wells es la gran apuesta joven del equipo para la posición, y con su debut en 2023 muy seguramente esté de nuevo este año entre las opciones.
Torrens podría aspirar a ser un tercer receptor, quien estaría con el equipo atento a cualquier emergencia, algo que tendría sentido si consideramos que Ramírez y Narváez no han debutado en Grandes Ligas, y que Rortvedt tiene tan solo un puñado de juegos de experiencia.
El gran talón de aquiles del magallanero en esta discusión es su defensa. A pesar de que su brazo es muy bueno y es capaz de retirar con solvencia los intentos de robo, Torrens se ubica debajo del promedio en otras estadísticas como el framing, algo que tiene muchísimo peso en la actualidad.
Hasta ahora, Torrens ha tomado seis turnos al bate en el Spring Training, en los que ha conectado tres imparables, dos cuadrangulares y acumula además tres impulsadas. El madero es sin duda su gran arma para mantenerse en la lucha por un puesto, y con los números correctos, podría ser el tercer receptor del equipo e incluso una opción más que interesante para ser bateador designado o bateador emergente si sale de la banca.