Los buenos equipos demuestran su capacidad en situaciones álgidas, eso es algo que aunque es temprano en la actual postemporada de Grandes Ligas, se puede aplicar a los Mets de Nueva York; dirigidos por Carlos Mendoza, estaban de rodillas contra las cuerdas en el tercer y último juego de la Serie de Wild Card ante Cerveceros de Milwaukee.
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Abajo en la pizarra 2x0, en el 9no tramo fueron capaces de construir rally de 4 rayitas, contra el cerrador Devin Williams, Francisco Lindor comenzó con boleto, Mark Vientos se ponchó por tercera ocasión en el duelo, pero Brandon Nimmo ligó sencillo que dejó hombres en las esquinas, así Pete Alonso, en cuenta de 3 bolas y 1 strikes, hizo gala de su fuerza de Oso Polar y la botó por la banda contraria, el jardín derecho.
Con ese tremendo golpe a la quijada, José Iglesias entregó el segundo out, pero Jesse Winker recibió pelotazo, se estafó la segunda base y fue engomado por sencillo de Starling Marte. Todo fue suficiente para que David Peterson, abridor natural, se prestara como cerrador, colocó el candado y los Metropolitanos avanzaron a la Serie Divisional, instancia donde chocarán con Phillies de Filadelfia.
Mets de Nueva York ¡Apego a la tendencia!
A lo largo de la Ronda Regular, el grupo del criollo Mendoza consiguió marca de 33 ganados y 48 caídas cuando permitieron que cualquier contrario les anotase la primera rayita del encuentro. Eso significó porcentaje de lauros en .407, cierto que negativo, pero el 2do mejor en todas las Mayores en 2024.
Los de Queens bajo esas circunstancias, solo fueron superados precisamente por los Cuáqueros de la Ciudad del Amor Fraternal.
Se trató de un dato que muestra la pasta de la que están compuestos; los playoffs son un asunto distinto a la primera y larga fase de cada torneo, pero mantener la tendencia de contextos positivos es muy importante, este ni se diga, es un reflejo de la capacidad de reacción, de tener memoria corta y no dar nada por hecho. Otra característica de los equipos que llegan muy lejos, al pináculo.