Luego de ser golpeado el pasado viernes 16 de agosto, Jurickson Profar acumula una mala racha de envíos que han impactado directamente con su humanidad. El último responsable de que esta cadena se extendiera, fue el abridor canadiense Cal Quantrill.
NOTAS RELACIONADAS
En apenas su primera aparición en el plato, el curazoleño recibió un slider a 89 millas por hora en su pierna derecha, por parte de Quantrill. Y aunque el incidente no pasara a mayores, ni se repitiera en el resto del juego, se volvió algo común en lo que va de agosto.
8 pitcheos lo han golpeado en sus pasados 10 compromisos, una desafortunada racha que inició el 7 de agosto a manos del relevista de Piratas de Pittsburgh, Kyle Nicolas.
¿Coincidencia o mala intención?
Aunque se desconoce a ciencia cierta si golpear al jugador posea un trasfondo intencional, pareciera que su posición en la caja de bateo y la cercanía del jugador con el home son factores que influyen en este contexto.
En esa misma serie entre Padres de San Diego y Piratas de Pittsburgh, recibió 4 bolazos en 3 juegos. Sin embargo, fue en ese tercer duelo de la serie -en el cual recibió 2 golpes- cuando fue golpeado por primera ocasión en su primer turno al bate de la jornada.
Luego de ese 8 de agosto en adelante, solo tres veces fue impactado en su primera aparición en el plato. Pero Marlins de Miami (2 en un mismo compromiso) y Piratas (4) parecen tener una razón detrás de estos pelotazos recibidos por Profar.