La reacción del coach de banca de los Bravos de Atlanta, Eduardo Pérez, ante la noticia de la segunda rotura del ligamento cruzado anterior de Ronald Acuña Jr. fue, después de todo, como se esperaba: conmoción y tristeza.
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“Todavía estoy triste”, dijo el técnico este en una entrevista con The Atlanta Journal-Constitution. “El chico no merece tener algo así. Fue el MVP de la temporada pasada, después de una rotura como esa antes, pero tiene que seguir haciendo lo que hizo hace un par de años y volver”, indicó.
Pérez, connacional del sabanero y hombre de confianza en la organización, sintió especialmente el dolor por el jugador franquicia de los tomahawks. No se trata sólo de que el equipo haya perdido a uno de los mejores jugadores para el resto de la temporada, sino de que un amigo que disfruta tanto del juego haya sufrido su segunda lesión en las últimos 4 torneos. Y lo que es peor, justo cuando salía de una mala racha.
“Es un tipo que quiere estar en el campo jugando”, añadió el excátcher de Greg Maddux. “No le gusta sentarse en la banca y ver el partido. Le gusta salir y jugar. Por eso probablemente está más dolido que nada, porque quiere jugar”.
Es una ruptura desafortunada. Más allá de perder el resto del 2024 y luego tener que pasar por rehabilitación, los datos estadísticos de los jugadores que regresan de este tipo de desgarros indican que el juego de Acuña podría verse afectado en 2025, tal como ocurrió en 2022 en su 1era temporada tras volver de la rotura en su rodilla derecha en.
La temporada 2022 la más pobre estadísticamente durante su carrera. Podría no ser hasta 2026 que el hermano mayor de Luisángel esté de vuelta en su mejor forma, a la edad de 28 años.
Fuente: Atlanta Journal Constitution