Desde su debut en 2018, año tras año Shohei Ohtani maravilla al mundo de las Grandes Ligas por su peculiar y grandiosa habilidad de poder ser un recio toletero además de un lanzador altamente efectivo.
A través de la historia, pocos han podido ser peloteros tan completos; aunque este caso no es exactamente como el del nipón, si se aproxima bastante; por allá en los años 80, Bo Jackson fue uno de los jugadores más fantásticos de ver, además de estar en las Mayores, también jugó en la principal liga del fútbol americano, la NFL.
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Ohtani nació en el verano de 1994, justo cuando la célebre carrera atlética de Jackson llegaba a su fin. Este terminó como miembro de los Angelinos, jugó su último partido en el mismo estadio en el que el japonés está forjando su propia leyenda.
Jackson fue una estrella bidireccional en un sentido diferente, el único jugador que ha sido All-Star en beisbol, como jardinero de los Reales de Kansas City, así como Pro Bowler (versión del Juego de Estrellas) en fútbol americano, como corredor de los Raiders de Los Ángeles. Bo no sabía lanzar, como Ohtani, pero podría haberlo hecho.
"Podría haberlo hecho fácilmente, con lo fuerte que lanzaba. Era fenomenal ver lo que hacía: la velocidad que tenía, la potencia que tenía. Pero luego miro a Shohei y podría decir lo mismo de él: la velocidad, la potencia” dijo Mark Gubicza ex compañero de Jackson, en declaraciones tomadas del New York Times.
"Jugué contra Deion Sanders y también era fenomenal, no me malinterpreten. Pero Bo, su presencia, su atletismo y ese factor sorpresa es muy similar a Shohei", añadió.
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Ohtani asombró a la multitud del Bronx en su primer turno del martes, logrando cuadrangular que se dirigió hacia el bullpen de los Yankees de Nueva York, a 116,7 millas por hora. Fue el tercer batazo más fuerte en las Mayores esta temporada.
Asimismo, agregó una base robada el martes, estrelló otra pelota por encima de la cerca el miércoles, solo que Aaron Judge le robó el jonrón; para este viernes, el japonés será el lanzador abridor contra los Reales. Lleva 11 salidas seguidas sin permitir más de 2 carreras, la racha activa más larga en la MLB.
Las mejores comparaciones modernas con Ohtani, según Gubicza, serían Jacob deGrom y Bryce Harper: un lanzador diestro as y un bateador zurdo bateador que también corre bien. Ser una fusión de ambos no tiene precedentes.
La temporada pasada, Shohei se convirtió en el primer jugador con suficientes apariciones en plato para optar al título de bateo y suficientes entradas para optar al liderato de efectividad. Sólo una temporada de 62 jonrones de Judge impidió que repitiera como Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
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"Quiere ser esa persona de la que todo el mundo hable para siempre, no en plan 'mírame y mira lo bueno que soy', sino simplemente 'mira lo que soy capaz de lograr'", dijo Gubicza, que ha hablado con un antiguo compañero de equipo, David Cone, sobre las alucinantes hazañas de Ohtani.
"Hablo con Cone todo el tiempo: 'Ni siquiera podíamos caminar después de lanzar. Nos dolían los hombros, los codos, las costillas, la espalda, el trasero, todo. Y al día siguiente se enfrentaba a un tipo que lanzaba 98 y bateaba un jonrón'. Es imposible tener ese tipo de disciplina, para nosotros los mortales", agregó.
Gubicza estaba allí cuando Jackson se convirtió en mortal, dislocándose la cadera izquierda durante un partido de playoffs de los Raiders en el Coliseo de Los Ángeles en enero de 1991. Jackson le había dado precisamente a Gubicza un pase lateral.
La lesión puso fin a la carrera de Jackson en la NFL tras sólo 4 temporadas, pero dejó suficiente huella como para que a menudo se le considere el mejor atleta de la historia. El autor Jeff Pearlman, que escribió la biografía definitiva de Jackson, "The Last Folk Hero: The Life and Myth of Bo Jackson", en 2022, así lo cree, y ve a Ohtani como una especie de heredero.
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"Shohei Ohtani es algo así como Bo Jackson", dijo Pearlman. "No es exactamente lo mismo, obviamente, pero es alguien que está haciendo algo que nunca hemos visto antes a un nivel increíblemente alto. Así que, para mí, es lo más parecido que hemos visto a Bo Jackson".
Sus historias de origen apoyan el paralelismo, dijo Pearlman. Los aficionados al deporte podían ver ambos fenómenos en la distancia, pero sólo con una vaga noción de lo que realmente se avecinaba.
En Auburn, en la década de 1980, Jackson no era precisamente misterioso, pero tampoco era omnipresente: Era un corredor que también bateaba jonrones y que podría -o no- hacer ambas cosas en el fútbol profesional. En Japón, en la década de 2010, Ohtani era una estrella de la lomita y el bateo, pero nadie sabía si podría hacer ambas cosas en el Big Show, o si lo haría bien.
Cuando ambos jugadores superaron las expectativas, suscitaron el asombro de aficionados y compañeros.
"Ambos son criaturas mitológicas en un mundo en el que no hay muchas", afirma Pearlman. "Es increíble cómo Ohtani realmente trasciende la cosa moderna en la que tenemos todo en video, por lo que sentimos que hemos visto todo y no es tan emocionante. Es como, he visto a Kevin Durant hacer un salto, he visto a Ja Morant hacer un mate, pero hay algo en Ohtani haciendo cosas que nadie ha visto antes que casi desafía el acceso tecnológico a todo."
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No había precedentes de un jugador que triunfara en el fútbol y el beisbol en el grado en que lo hizo Jackson. Y no hay precedentes de un jugador que sea bateador y lanzador a tiempo completo como lo es Ohtani; ni siquiera Babe Ruth llegó a hacer ambas cosas a tiempo completo en la misma temporada.
Por una grandiosa coincidencia, el cuadrangular de Ohtani del martes se produjo en el centenario de la inauguración del antiguo Yankee Stadium, la casa que construyó Ruth, en 1923. El nipón dijo que era consciente del momento, pero con la agencia libre después de esta temporada, no quiso ofrecer más que cumplidos sobre el entorno.
"Es un campo precioso, los aficionados son apasionados", dijo Ohtani a través de un intérprete. "Siempre tengo ganas de jugar aquí".
Esa serie ante los Yankees fue grandiosa para Shohei, que también se robó 1 base el martes, su primera en Nueva York y la primera de la temporada; los querubines son reacios a arriesgar la lesión de un jugador tan valioso, pero él tiene la velocidad para correr como Jackson.
"Otros tipos eran rápidos, créanme, pero nadie parecía y sonaba tan rápido como Bo bajando por la línea; sonaba como un tren de carga", dijo Gubicza. "Ahora, con Shohei, ni siquiera se le oye. Tiene las zancadas de Willie Wilson".