Desde siempre, antes de su salto al beisbol profesional, Miguel Cabrera ha sido un bateador nato; en distintos niveles logró dejar muy buenos números ofensivos, en especial en average: .286 en Ligas Menores, .305 en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, y .308 en las Grandes Ligas.
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En el máximo nivel, el de Maracay mostró línea ascendente en su evolución como toletero; durante su primer año dejó promedio de .268, pasando a .294 y luego .323, siendo esa la primera vez de las 11 veces en que estuvo en al menos .300.
Esa es otra importante cifra, y en el portal Brooks Baseball llevan registro de sus estadísticas desde el año 2007; de acuerdo a esa data, el Señor Miggy simple y llanamente la destroza cuando le pitchean por el medio: .427 como resultado de los 348 indiscutibles conseguidos en 816 chances. Del mismo modo, alto es su average cuando los lanzamientos van hacia la parte interna-baja de la zona de strike, .383 de promedio, 626-240.
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Y es que de hecho, como buen bateador, el Tigre Mayor no pierde ocasión de tener buena producción cuando los envíos están ubicados en puntos claves de la zona strike, por ejemplo, en la parte media-interna promedia .338 (702-237); mejor aún en la parte media-baja, .371 (827-307).
Pero incluso Miguel Cabrera es humano, y aunque también ostenta averages por encima de .300 en serpentinas fuera de la zona de strike, en otras ubicaciones sus promedios son bajos; tomando como referencia la referida data, mucho daño le hacen cuando la esférica queda ubicada en la parte externa baja, ahí solo batea de 124-6, es decir, .048.
Imagen: Brooks Baseball