Frederlin Castro
Los problemas de Aaron Hicks han sido tan agudos y han durado tanto que el venezolano Oswaldo Cabrera está comenzando en el jardín izquierdo como sustituto del lesionado Andrew Benintendi, a pesar de que nunca había jugado en el jardín a ningún nivel hasta unos días antes de su primera convocatoria en las Grandes Ligas el 1 de septiembre.
Parece que fue hace tanto tiempo desde que Hicks tuvo su temporada de despegue en 2018, bateando .248 con 27 jonrones, 79 empujadas, 10 robos, 90 caminatas y un porcentaje de base de .467 en 138 juegos. Hicks fue considerado como uno de los mejores jardineros centrales en el juego. Los Yankees respondieron con un largo compromiso y luego una extensión de contrato de siete años por 70 millones de dólares.
La gran apuesta de los Yankees no ha dado resultado hasta ahora. De 2019 a 21, Hicks a menudo se vio frenado por las lesiones, y cuando jugó sus contribuciones fueron poco frecuentes. Su temporada 2022 ha sido la peor.
Un nuevo rol
Hicks de 32 años está bateando .223 con ocho jonrones, 40 remolcadas y 10 robos en 126 partidos. Ahora con Oswaldo Cabrera mostrando que es parte del futuro, los Yankees puede llegar a mover a Hicks en la temporada baja. Un cambio de escenario no será algo fácil de lograr, porque Hicks todavía tiene garantizados 30.5 millones de dólares hasta el 2025, sin contar una opción del club para el 2026 que casi seguramente no será ejercida.
“Cabrera está jugando muy bien. Ha sido una parte enorme de nuestra ofensiva y sé el tipo de temporada que he tenido, así que no puedo estar molesto por alguien que llega y empieza así. Cabrera es un novato increíble. Es un atleta. Me alegro por Cabrera. Es un gran chico y un gran jugador de béisbol”, dijo Hicks en una entrevista con NJ Advance Media.
Cabrera ha sido un extraordinadrio jugador defensivo desde que comenzó a jugar en los jardínes y gran parte se debe se debe al trabajo ue ha realizado con Hicks.
"He pasado tiempo con Cabrera. Estuvimos hablando antes del primer partido en Toronto, su primera vez jugando allí. Hablamos sobre el césped. Quería saber cómo eran los saltos grandes, cómo eran las esquinas. Le dije en qué dirección había que ir, sobre todo cuando se golpea el balón en la línea, cómo va a ser. Siento que eso es lo que se supone que debo hacer. Se supone que debo ayudar a Cabrera a encontrar la manera de jugar el mejor campo izquierdo posible. Queremos ganar, y si él va a jugar en el jardín izquierdo, yo soy el tipo que tiene que decirle exactamente lo que va a pasar porque he jugado en el jardín izquierdo. Tengo que hacer todo lo posible para ayudarle a tener éxito".