Guillermo Liñares
El mundo del beisbol está muy movido. El infielder venezolano Freddy Galvis estaría a casi nada de firmar un acuerdo con los Halcones de Fukuoka Softbank de la pelota nipona, algo que parece cuestión de horas para que se oficialice.
Ello supondría que el campocorto nacido en Punto Fijo dé un paso importante, porque después de permanecer durante 10 temporadas seguidas en Grandes Ligas partiría a un béisbol que, quizás, no es tan seguido mediáticamente, pero que ha encontrado venezolanos que han destacado de gran forma allí.
Alex Cabrera, Álex Ramírez, José Osuna o José Celestino López han sobresalido en la tierra del sol naciente, y además este año fue también noticia la contratación del lanzador Robert Suárez por los Padres de San Diego, quien durante dos años fue líder de salvados en la Liga Central con los Hanshin Tigers.
Galvis no es precisamente un toletero que se caracterice por tener mucha fuerza (requisito indispensable en la búsqueda de los scouts que reclutan el talento extranjero allí), aunque tampoco es despreciable las últimas dos campañas en MLB: en 2019 conectó 23 jonrones - su tope personal en la Gran Carpa entre Toronto y Cincinnati -, mientras que en 2021, de 104 juegos despachó 14 bambinazos entre Orioles y Filis, una cantidad no despreciable para un hombre del que destaca su defensa, su guante.
Tuvo un 90 wRC + que es destacado para un short stop.
De hecho el "Galgo" como le apodan, es un parador en corto muy seguro. Galvis posee en 10 zafras 2257 asistencias y apenas 57 errores, con una buena capacidad también para desplazarse en las almohadillas.
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Lo cierto es que ahora, con el cierre patronal en MLB, y el riesgo que muchos agentes libres pueden correr una vez haya un acuerdo, puede ser un factor importante que lleve al criollo definitivamente a nuevas experiencias con un equipo que busca competir.