Harold Capote Fernández
Para Andrew Benintendi complicadas han sido las cosas desde que fue adquirido vía cambio por los Yankees de Nueva York el 27 de julio; antes de su arribo tenía promedio de bateo de .320, con los del Bronx, previo a la jornada dominical, .192.
En el juego ante Azulejos de Toronto, para él llegó el comienzo de la esperada reivindicación, con un excelente desempeño al irse de 3-2, boleto, par de empujadas, 2 anotadas, así como el cuadrangular que indicó el camino de la victoria para los Bombarderos.
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Primeramente, se presentó un gran duelo de lanzadores entre Néstor Cortés por los Mulos y Alex Manoah por los canadienses; el primero permitió 1 sola carrera mientras el segundo 2, 1 de ellas limpias.
Tras sus labores, los alados empataron a 2 en el séptimo, Jackie Bradley Jr. sacó boleto con la casa llena, pero en la baja de ese tramo, llegó el momento de gloria para Benintendi.
El jardinero, contra el eficiente relevista Adam Cimber, la desapareció por el jardín derecho, impulsando también a José Trevino quien, como primer bate del inning, ligó sencillo.
Así, este lauro fue para la cuenta de Lou Trivino (2-7, 5.27), mientras la derrota recayó en Cimber (9-5, 3.27).
Por su parte, el venezolano Oswaldo Cabrera se lució con gran jugada defensiva en el episodio 8, haciendo recordar a Derek Jeter en las paradas cortas.
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Para los Yankees, en esta ocasión fue discreta la actuación de la representación criolla; Gleyber Torres (.244) de 4-0 con 2 ponches, Cabrera (.158) terminó de 4-0 siendo guillotinado 3 veces, y Marwin González (.205) concluyó de 2-0 y par de chocolates engullidos.
Los neoyorkinos finalizaron una racha de 3 caídas, evitaron la barrida de Toronto en 4 partidos, y mejoraron a 4-11 (.266) en los recientes 15 encuentros.