El Juego 5 de las Finales de la NBA fue de muy malas noticias para Indiana Pacers. El conjunto dirigido por Rick Carlisle no solo perdió el compromiso, sino que se puso abajo en la serie 2-3 y además sufrió la lesión de Tyrese Haliburton. Tras una desafortunada caída, dos veces All Star se vio obligado a abandonar brevemente el juego para recibir tratamiento, pero decidió regresar a la cancha, a pesar de no estar en la mejor forma .
Una actuación comprometida
Haliburton jugó un total de 34 minutos en la derrota de los Indiana Pacers ante los Oklahoma City Thunder, pero su rendimiento fue notablemente limitado. Terminó el partido con solo cuatro puntos , igualando su marca más baja en los playoffs , y no anotó ningún tiro de campo, algo que no le había ocurrido en sus 36 apariciones previas en postemporada. A pesar de su evidente cojera, el jugador también contribuyó con siete rebotes y seis asistencias , aunque su impacto fue menor al esperado.
La naturaleza de la lesión
La lesión de pierna de Haliburton ha sido un problema recurrente a lo largo de la serie. Tras el segundo partido, se le vio cojeando, y aunque minimizó la situación antes del tercer partido, su estado ha sido motivo de preocupación. El entrenador de los Pacers, Rick Carlisle, reconoció que Haliburton no estaba al 100% , pero el jugador insistió en seguir jugando, demostrando su determinación y compromiso con el equipo.
Implicaciones para el equipo
Con la desventaja en la serie y la presión de Indiana por ganar el sexto partido para forzar un séptimo, la salud de Haliburton se convierte en un factor crucial. Su capacidad para jugar a un alto nivel es vital para las aspiraciones de Indiana de conseguir su primer título de la NBA. La situación plantea un dilema para el equipo, que debe encontrar el equilibrio entre la necesidad de su estrella y el riesgo de agravar su lesión.