La falta de acción para el experimentado pívot Serge Ibaka, desde que regresó al Real Madrid, lo mantiene peculiarmente desmotivado y descontento.
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El conjunto merengue tropezó en sus dos finales disputadas de esta campaña -hasta ahora-, optando únicamente por la Liga Endesa y un campeonato de Euroliga, pero la irregularidad que mantiene el equipo no brinda muchas esperanzas a futuro.
Parte de ese mal presente lo agrava la crisis que supone el cuestionable rendimiento de los jugadores foráneos en el plantel. Un hecho que motivó la salida de Dennis Smith Jr y que mantiene abierta la interrogante sobre la continuidad de Dzanan Musa.
Un rol desconocido
Aunque Ibaka regresó a las filas del conjunto blanco con la intención de ser uno de los principales pívotes del equipo, poco sustentan sus números este argumento.
Solo 12:49 minutos, 5,5 puntos, 2,8 rebotes y 1,1 tapones promedia por juego el interno con 14 campañas de experiencia en el mejor baloncesto del mundo (NBA).
Esa falta de incidencia sobre el tabloncillo, realzó el descontento que hasta ahora manifiesta Serge con los dirigidos por Chus Mateo, pues su intención es salir del equipo y buscar una opción que le brinde mayores oportunidades.
La reciente contratación de Bruno Fernando -quien ya acumula más tiempo en cancha que Ibaka- y la titularidad indiscutible de Edy Tavares, mantienen apartado al pívot español y le restan valor a su presencia en la rotación.