El pasado 10 de octubre, el líder fundador del movimiento de resistencia islámica Hamás, Khaled Mashal, hizo un llamado global a los musulmanes para apoyar a Palestina e iniciar el viernes de odio contra los judíos.
La convocatoria a plazas, calles, templos sagrados y otros sitios públicos, es parte de la operación diluvio de Al-Aqsa. En un programa emitido por Al-Mahriah TV de Yemén (Turquía) quien inició la organización en 1987, enfatizó la importancia de la participación de los musulmanes este viernes.
“Me dirijo a los países vecinos <de Israel>: Jordania, Siria, Líbano y Egipto. Este es el momento en que la nación <islámica> debe unirse a la batalla. Debemos luchar con ellos”.
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Esto, desató conmoción y prendió las alertas en países del occidente, los cuales tomaron diversas medidas de seguridad ante las posibles olas de violencia que pueden desatarse. Dentro de las medidas urgente, destacan el patrullaje policial en las sinagogas, templos, universidades, plazas y otros lugares públicos.
"Debemos tomar las calles y las plazas de las ciudades árabes e islámicas, así como de las ciudades de todas partes donde haya comunidades [islámicas]. Hay un llamamiento [a manifestarse] este viernes: el viernes del diluvio de Al-Aqsa", manifestó Mashal durante su alocución.
Cabe destacar que, el saldo negativo del conflicto palestino-israelí incluye miles de decesos. En Israel se contabilizan más de 1.300 fallecidos y, en Gaza unos 1.400 y otras 150 han sido secuestradas