La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, fue una de las pioneras en elevar los niveles de seguridad en sinagogas y en puntos estratégicos, con el fin de resguardar la vida de los judíos. De igual modo, señaló que mantiene comunicación frecuente con el Departamento de Seguridad Nacional para evaluar posibles amenazas y contingencias.
Este jueves, aumentaron las medidas preventivas en la ciudad, tras el reciente anuncio de “viernes de ira”, por parte del líder y fundador de movimiento de resistencia islámico Hamás, Khaled Mashal. En las últimas horas, Mashal, hizo un llamado a los musulmanes para apoyar a Palestina e iniciar una ola de violencia contra los judíos en el mundo.
La convocatoria global de musulmanes a plazas, calles, templos sagrados y otros sitios públicos, es parte de la operación diluvio de Al-Aqsa.
“Debemos tomar las calles y las plazas de las ciudades árabes e islámicas, así como de las ciudades de todas partes donde haya comunidades <islámicas>. Hay un llamamiento <a manifestarse> este viernes: el viernes del diluvio de Al-Aqsa”, declaró Marshal durante un programa emitido por Al-Mahriah TV de Yemén, el pasado 10 de octubre.
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Hasta ahora, el saldo negativo del conflicto palestino-israelí ha causado estragos y miles de decesos. En Israel se contabilizan más de 1.300 fallecidos y, en Gaza unos 1.400 y otras 150 han sido secuestradas, dentro de los que se incluyen ciudadanos estadounidenses.
Por otra parte, la Universidad de Columbia aplicó barricadas en el campus del Upper West Side, como parte de las medidas preventivas debido a una concentración estudiantil pro Palestina que se llevará a cabo mañana a las 4:30 PM.
Mientras que, en California se ha desplegado el patrullaje policial en los comercios judíos, ubicados en Beberlly Hills y Los Ángeles.
Finalmente, las autoridades estadounidenses sugirieron a los israelíes en el extranjero a evitar movilizaciones y situaciones que puedan desatar violencia.