La reciente tragedia en Texas, donde intensas lluvias provocaron inundaciones devastadoras, ha reavivado las críticas hacia los recortes masivos implementados durante la administración de Donald Trump. Exfuncionarios federales y expertos han señalado que la reducción drástica de personal en el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha puesto en riesgo la vida de los ciudadanos, evidenciando las falencias del sistema en momentos críticos.
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Inundaciones y críticas al pronóstico meteorológico
Las lluvias torrenciales que cayeron sobre la región montañosa de Texas resultaron en inundaciones repentinas que sorprendieron a muchos. Especialistas han calificado los pronósticos del NWS como “inadecuados”, lo que ha llevado a cuestionar la eficacia del servicio en situaciones de emergencia. A pesar de las críticas, la mayoría republicana en Texas no ha vinculado estos problemas a los recortes presupuestarios realizados por Trump, mientras el número de víctimas fatales asciende a al menos 80, incluyendo a más de dos docenas de niñas y consejeras que se encontraban en un campamento de verano.
Personal insuficiente en momentos críticos
Un análisis detallado revela que la oficina del NWS encargada de monitorear la región afectada contaba con solo cinco empleados de guardia durante una noche crítica, un número insuficiente para manejar la situación cuando las tormentas eléctricas comenzaron a formarse. Esta falta de personal es un reflejo directo de los recortes que han reducido en un 20% el número de empleados en casi la mitad de las 122 oficinas del NWS en todo el país.
Recortes presupuestarios y su impacto en la seguridad pública
La administración Trump no solo ha reducido el personal, sino que también propuso recortar el presupuesto del NWS en un 27%, así como eliminar centros de investigación vitales para el estudio del clima y los océanos. Estos cambios han llevado a una disminución en la capacidad operativa del NWS, generando preocupaciones sobre su capacidad para emitir pronósticos precisos y oportunos.
A pesar de las críticas, algunos funcionarios del NWS defienden su actuación durante la crisis, afirmando que emitieron alertas urgentes sobre inundaciones repentinas antes de que se produjeran las crecidas. Sin embargo, persisten dudas sobre la coordinación entre el NWS y las autoridades locales. En la oficina de Austin/San Antonio, se reportan seis vacantes entre 27 puestos, lo que limita gravemente su capacidad operativa.
Advertencias sobre el futuro del servicio meteorológico
Exfuncionarios advierten que la fuga de talento y los recortes continuos podrían obstaculizar seriamente los reportes climáticos futuros. Louis Uccellini, quien se desempeñó como director del NWS durante tres administraciones presidenciales, incluido el mandato de Trump, expresó su preocupación: “Esta situación está llegando a un punto en el que algo podría salir mal”. La falta de personal adecuado y la carga excesiva sobre los empleados actuales son factores que podrían comprometer la seguridad pública en futuras emergencias climáticas.