El gobierno de Venezuela ha decidido prorrogar la prohibición de vuelos comerciales hacia y desde Panamá, Perú y República Dominicana hasta el próximo 30 de septiembre. Esta medida fue renovada a través del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) y se encuentra en vigor desde el 31 de julio de 2024.
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La suspensión de los vuelos fue anunciada inicialmente el 30 de julio por el Ministerio del Poder Popular para el Transporte, que justificó la decisión alegando "la presunción del uso de la aviación civil con fines no compatibles con los principios de seguridad". Esta acción se produce en un contexto de tensiones diplomáticas entre el gobierno venezolano y los gobiernos de Panamá y República Dominicana, a quienes acusa de injerencia en los asuntos internos del país.
Consecuencias de esta medida
La prohibición afecta significativamente la conectividad aérea de Venezuela, que ya se encuentra limitada. Las rutas a través de Panamá y República Dominicana son cruciales para muchos venezolanos que buscan conectar con Estados Unidos y otros destinos internacionales.
La situación ha generado preocupación entre los ciudadanos y ha llevado a un aumento en los precios de los boletos aéreos en otras rutas disponibles. Previamente, el gobierno venezolano exigió también el retiro inmediato de los representantes diplomáticos de varios países que han cuestionado la legitimidad de las elecciones.
