El conflicto bélico que azota a Medio Oriente ha provocado miles de decesos, heridos, daños a infraestructuras. Mientras que, la situación sanitaria es alarmante. De hecho, los hospitales son blanco de bombardeos constantes.
Médicos Sin Fronteras (MSF) insiste que las condiciones sanitarias son paupérrimas incluso los procedimientos quirúrgicos son efectuados sin anestesia. También, se une la escasez de medicamentos, personal cualificado e insumos necesarios.
Maurizio Debanne, portavoz de ‘Médicos Sin Fronteras Italia’ hizo un llamado público al cese del fuego y la violencia. “Nos vemos obligados a utilizar vinagre y operamos a la gente incluso sin anestesia. Todo esto debe terminar y sólo puede terminar con un alto el fuego que debe ser inmediato”.
Asimismo, el Hospital Al-Shifa es uno de los más afectados de la región, pues llegan miles de víctimas de manera recurrente. El recinto también funciona como refugio para desplazados, civiles y otros. De igual modo, el bloqueo de los suministros específicamente en la ciudad de Rafah agrava el panorama.
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“El paso se ha abierto algunas veces para salir y, en menor medida, también para entrar (…) pero el número de camiones que han llevado ayuda a la Franja desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre, es infinitamente inferior a los que, antes del ataque, cruzaban cada día las fronteras de Gaza para ingresar ayuda. Estamos hablando de una franja muy delgada en la que viven más de 2 millones de personas, ya muy dependientes de la ayuda humanitaria. Está claro que la reducción de esta ayuda sumada al conflicto está provocando una enorme crisis humanitaria”, manifestó Debanne.
Finalmente, el portavoz de la ONG internacional precisó que aún cuentan con suministros para pocos días. Sin embargo, algunos galenos esperan el restablecimiento del acceso a la zona fronteriza para la atención sanitaria de heridos.