Las recientes complicaciones de salud del papa Francisco han generado incertidumbre sobre su continuidad en el cargo, y es que, a sus 88 años, el sumo pontífice ha enfrentado una neumonía y una grave infección respiratoria, lo que ha llevado a especulaciones sobre una posible renuncia, sin embargo, hasta el momento, no hay indicios claros de que esté considerando esa opción.
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El papa fue hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma el pasado 14 de febrero debido al agravamiento de una bronquitis. Posteriormente, los médicos confirmaron que padecía una infección respiratoria severa, combinada con neumonía bilateral y bronquitis asmática, aunque su estado ha mostrado mejoría, su recuperación podría tardar semanas debido a su edad y condición física.
¿Podría Francisco seguir los pasos de Benedicto XVI?
La renuncia de Benedicto XVI en 2013 sentó un precedente en la historia de la Iglesia católica, ya que fue el primer papa en 600 años en abandonar su cargo por razones de salud, desde entonces, se ha debatido la posibilidad de que futuros pontífices sigan este camino en caso de verse incapacitados para ejercer sus funciones. Aunque Francisco ha señalado en el pasado que podría considerar esta opción, pero no ha dado señales concretas de que planee hacerlo.
En una entrevista en 2022, Francisco reveló que, poco después de su elección, redactó una carta de renuncia en caso de que problemas médicos le impidieran desempeñar su rol. No obstante, el derecho canónico no tiene un procedimiento específico para una eventual incapacidad papal, lo que deja abierta la discusión sobre qué sucedería en un escenario extremo.