Es normal notar cambios drásticos en el estado de ánimo durante ciertas épocas del año. Uno de estos cambios de emociones se cataloga como un trastorno afectivo estacional. Los meses de otoño e invierno a menudo suelen ser el caldo de cultivo para estos fallos en el estado de ánimo.
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En algunos casos, los meses de invierno marcan el inicio de las festividades. En otros casos, los días más oscuros y fríos representan también la fatiga, el letargo y la depresión. En inglés, al trastorno afectivo estacional, se le conoce como SAD. Este tipo de depresión no es más que el que ocurre con el cambio de estaciones.
¿Quiénes se ven afectados por este cambio estacional?
Al menos 10 % de las personas en Estados Unidos suelen sufrir de depresión estacional. El cambio depende especialmente de dónde vivan. Principalmente hay que conocer de qué se trata el trastorno afectivo emocional. “Una idea común y equivocada sobre el SAD es que es solo la ‘tristeza invernal'”, fue parte de la explicación de Kelly Rohan, para desmitificar el síndrome.
Rohan es profesora de ciencias psicológicas y psicóloga clínica en la Universidad de Vermont. Ella explica que cuando los días se vuelven más grises y fríos las personas suelen experimentar sentimientos temporales de malestar, cansancio o estrés. Sin embargo, cuando hay un trastorno afectivo estacional, es mucho más serio.
Así es como se puede reconocer el Síndrome
Según Rohan, este síndrome cuando aparece puede generar síntomas que duran más tiempo. También es notorio que aparecen y desaparecen con la llegada de las estaciones. Por su parte, el Instituto Nacional de Salud Mental de EE UU explica que hay una forma para saber si se está ante este trastorno.
Para saberlo, es esencial saber si se experimentan ciertos síntomas que comienzan y terminan durante meses específicos. También es importante saber si estos ocurren durante al menos dos años consecutivos. Entre los síntomas se incluyen sentimientos casi constantes de depresión y pérdida de interés en actividades que se solían disfrutar.
