A tempranas horas este viernes 7 de febrero, el distrito de Barra Funda, en la zona oeste de São Paulo, Brasil, fue escenario de un trágico accidente aéreo. Una avioneta King Air F90 que había despegado del Aeropuerto Campo de Marte con destino a Porto Alegre sufrió una falla poco después del despegue.
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La aeronave intentó un aterrizaje de emergencia en la concurrida Avenida Marquês de São Vicente, pero terminó chocando contra un autobús de transporte público. El accidente ocurrió alrededor de las 7:20 AM, cuando la avioneta impactó contra un autobús perteneciente a la empresa Viação Santa Brígida, que, por fortuna, no llevaba pasajeros a bordo.
El choque desató un incendio con explosiones y una columna de humo negro visible desde varios puntos de la ciudad, el saldo inicial del siniestro fue de dos personas fallecidas, cuyos cuerpos quedaron carbonizados dentro del fuselaje, además de varios heridos, entre ellos un motociclista alcanzado por los escombros y el conductor del autobús.
Vecinos y transeúntes presenciaron el incidente, describiendo momentos de pánico y caos. João Lucas da Silva Amaral, ingeniero que estaba cerca del lugar, afirmó que la avioneta golpeó un árbol y una señal de tráfico antes de caer, asimismo, las piezas del avión quedaron esparcidas por la avenida, lo que dificultó las labores de rescate.
Ante el incidente, las autoridades locales movilizaron equipos de emergencia, el Cuerpo de Bomberos desplegó sus unidades para controlar el incendio y rescatar a los afectados. La Policía Militar, la Policía Civil y la Policía Científica también participaron en las labores, bloqueando la avenida para garantizar la seguridad y facilitar las investigaciones pertinentes.
Las Fuerzas Aéreas de Brasil han iniciado una investigación para determinar las causas del siniestro. Este suceso ha puesto en evidencia la necesidad de revisar las normativas sobre el mantenimiento de aeronaves pequeñas y sus operaciones en zonas urbanas densamente pobladas.