Un terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter sacudió a China durante la mañana del lunes 18 de diciembre y ha dejado hasta el momento gran cantidad de heridos y un saldo de fallecidos que ya asciende a 127 personas. El epicentro tuvo lugar entre las regiones de Gansu y Qinghai y tuvo varias réplicas.
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El terremoto de potente magnitud y poca profundidad afectó poderosamente a la zona de Gansu y en Qinghai también dejó daños severos. Hasta los momentos se han reportado al menos 700 heridos y las operaciones de rescate continúan este 19 de diciembre en medio del frío polar del invierno chino.
La cantidad de muertos y heridos ocurrió debido al colapso de múltiples edificios en diferentes regiones de Gansu. Mientras tanto, en la ciudad de Haidong también se registraron al menos 11 personas fallecidas.
Los equipos de rescate comenzaron sus labores desde tempranas horas de este martes, mientras que el presidente de la nación, Xi Jinping, pidió llevar a cabo todos los esfuerzos en las tareas de rescate y socorro para lograr salvar a la mayor cantidad de personas de la devastación del terremoto.
Según se pudo conocer gracias a la información de medios locales, se habrían suspendido los servicios de agua y electricidad, además, en las regiones afectadas se pueden ver viviendas derrumbadas, edificios colapsados y techos caídos. También reportaron que al menos 1.400 bomberos y rescatistas fueron enviados a la zona de desastre, mientras que otros 1.600 permanecen a la espera de apersonarse en el lugar.
Pese a las tensiones, el presidente de Taiwán se ha pronunciado para enviar sus mensajes de condolencias y de aliento a las familias chinas. Además, expresó que su gobierno está dispuesto a ofrecer ayuda humanitaria en caso de que su vecino país así lo requiera.
