En el extremo norte de Texas, múltiples incendios forestales, incluyendo uno de los más grandes en la historia del estado, devoran el paisaje, ranchos de ganado y pequeñas poblaciones. Aunque las autoridades aún no han realizado una búsqueda exhaustiva de víctimas, una mujer de 83 años de la comunidad de Stinett es la única muerte confirmada hasta el momento.
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El incendio de Smokehouse Creek, el más extenso, se ha expandido a más de 3,370 kilómetros cuadrados, cruzando incluso la frontera hacia Oklahoma. Las llamas apenas están contenidas en un 3%, y las condiciones meteorológicas más favorables pronosticadas para el jueves podrían proporcionar cierto alivio a los bomberos.
La mujer fallecida fue identificada como Joyce Blankenship, una exmaestra sustituta de 83 años. El gobernador, Greg Abbott, ha emitido una declaración de desastre para 60 condados, mientras que la instalación que desmantela arsenal nuclear en la región ha tenido que suspender temporalmente sus operaciones.
El coordinador de emergencias del condado de Hemphill describe el terreno quemado como un "paisaje lunar", sin nada en pie. Las condiciones secas, temperaturas inusualmente altas y fuertes vientos han contribuido al rápido avance de los incendios.
Las autoridades aún no han revelado las causas de los incendios, pero organizaciones de emergencia advierten sobre la posibilidad de que el viento vuelva a aumentar el viernes, aumentando el riesgo de propagación del fuego. Vecindarios enteros podrían estar afectados, y las pérdidas de propiedades y ganado son considerables.
El estado está lidiando con uno de los mayores desafíos en su historia en términos de incendios forestales, y los esfuerzos de contención se centran en contener las llamas y minimizar daños adicionales.