El Gobierno del presidente Donald Trump ha anunciado una nueva regla que impondrá multas de casi $1,000 dólares diarios a los inmigrantes que incumplan intencionalmente una orden de deportación. Esta medida, publicada el pasado viernes, forma parte de la estrategia de la administración republicana para presionar a los inmigrantes sin estatus a abandonar el país.
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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en colaboración con el Departamento de Justicia (DOJ), ha establecido que los extranjeros que no acaten una orden de salida voluntaria enfrentarán sanciones económicas que oscilan entre $1,992 y $9,970 dólares. Asimismo, aquellos que intenten ingresar al país de manera ilegal podrían ser sancionados con multas que van desde $100 hasta $500 dólares.
Cambios en el proceso de notificación
La nueva normativa también introduce modificaciones en cómo se notificará a los inmigrantes sobre las multas. Actualmente, el Gobierno debe avisar a los indocumentados con 30 días de anticipación antes de imponer los cobros; sin embargo, esta iniciativa busca eliminar dicho plazo, permitiendo que las multas sean enviadas por correo postal y acelerando el proceso en caso de impugnaciones.
Justificación de las sanciones
Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS, afirmó que la ley “no se aplica sola” y que debe haber consecuencias por infringirla. La funcionaria enfatizó que estas sanciones financieras son un incentivo para que los inmigrantes indocumentados utilicen la aplicación CBP Home para autodeportarse antes de que sea demasiado tarde.
La norma fue publicada en el Registro Federal y, por ley, el Ejecutivo debe permitir comentarios del público sobre la misma. Además, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha reanudado la emisión de multas por incumplimiento de salida desde el 13 de junio, habiendo enviado casi 10,000 avisos de sanciones hasta la fecha.