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El presidente Donald Trump impulsa un plan que podría cerrar las puertas del asilo a miles de inmigrantes en Estados Unidos, la propuesta, aún en fase interna, apunta a desestimar solicitudes activas de personas que ingresaron ilegalmente al país, dejándolas expuestas a la deportación.
Según datos federales, aproximadamente el 25 % de quienes han solicitado asilo admitieron haber ingresado sin documentos por la frontera. Este grupo, que representa más de 250 mil personas, sería el principal blanco del plan, de implementarse, el USCIS podría cerrar sus casos sin audiencia previa, eliminando su oportunidad de obtener protección legal.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha recibido nuevas atribuciones por parte del Departamento de Seguridad Nacional, según un memorando filtrado. Ahora, la agencia podrá iniciar procedimientos de deportación rápida, rompiendo con su rol tradicional centrado en beneficios migratorios.
Otra parte clave del plan contempla que el USCIS pueda ordenar la deportación de solicitantes sin necesidad de que comparezcan ante un juez. Esta medida, conocida como “deportación acelerada”, ya se ha aplicado en otros contextos y ahora se extendería a quienes no puedan demostrar dos años de residencia continua en EEUU.
El asilo no solo representa una protección frente a la violencia o persecución, también ofrece un camino hacia la legalización y, eventualmente, la ciudadanía. Desestimar solicitudes sin análisis justo afectaría no solo a los solicitantes, sino también a sus familias, empleadores y comunidades.