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El huracán Helene ha dejado casi 100 muertos tras su paso por seis estados del sureste de Estados Unidos, siendo Carolina del Norte y Carolina del Sur los más afectados. En Carolina del Norte, se han confirmado 36 fallecidos, mientras que en Carolina del Sur, el número de muertos asciende a 25, incluidos dos bomberos que fallecieron durante los esfuerzos de rescate.
El número oficial de muertos hasta ahora es de 93, pero las autoridades advierten que la cifra podría aumentar. Medios locales han informado que el número de víctimas mortales podría llegar a 105, ya que hay personas aún desaparecidas, especialmente en el condado de Buncombe, Carolina del Norte. Los esfuerzos de búsqueda y rescate continúan, y las autoridades siguen monitoreando las áreas más afectadas.
La ciudad de Asheville, en el oeste de Carolina del Norte, ha sufrido una devastación considerable, con viviendas destruidas y calles bloqueadas por escombros. Las fuertes lluvias han provocado deslizamientos de tierra, lo que ha resultado en el cierre de más de 280 carreteras estatales. Este bloqueo ha dificultado las labores de rescate y la llegada de suministros a las zonas más remotas.
Ante la magnitud de los daños, las autoridades han desplegado recursos aéreos para llevar ayuda a las áreas más afectadas. Las lluvias continuas han complicado las operaciones, especialmente en las zonas montañosas, donde la situación sigue siendo crítica. Se espera que las labores de rescate se prolonguen durante varios días, a medida que las condiciones lo permitan.
Los efectos del huracán Helene no se limitan a la pérdida de vidas humanas. Aproximadamente 2,4 millones de personas en cinco estados permanecen sin suministro eléctrico, lo que ha agravado las dificultades para acceder a agua y otros servicios básicos. Las interrupciones en la energía eléctrica están afectando también a hospitales y centros de emergencia, añadiendo presión a los esfuerzos de ayuda.