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El Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) ha implementado una nueva medida para enfrentar los efectos negativos de la quema de pirotecnia durante las celebraciones de Año Nuevo. La decisión, que prohíbe el uso de fuegos artificiales hasta el 6 de enero, busca reducir la contaminación del aire y proteger la salud pública.
En este sentido, las autoridades han instado a las alcaldías a no otorgar permisos para la detonación de pirotecnia en eventos públicos, independientemente de si existe o no una contingencia ambiental.
La quema de fuegos artificiales ha sido señalada como una de las principales fuentes de contaminación del aire en la capital mexicana, especialmente durante las festividades de fin de año. La emisión de gases tóxicos y partículas finas generadas por los cohetes y otros productos pirotécnicos representa un riesgo para la salud, en particular para personas con problemas respiratorios. La alta concentración de personas que asisten a eventos públicos aumenta el riesgo de exposición a estos contaminantes, lo que ha motivado la implementación de esta medida de prevención.
Una de las principales celebraciones afectadas por esta prohibición es el tradicional festejo de Año Nuevo en el Ángel de la Independencia, que suele contar con un espectacular show de fuegos artificiales. Este año, debido a la nueva normativa, el evento no contará con pirotecnia y los organizadores deberán buscar alternativas más sostenibles para el entretenimiento. Los asistentes podrán disfrutar de la música del sonido Polymarchs, pero los tradicionales fuegos artificiales quedarán fuera del programa de este 2024.
Como parte de la campaña "Cero Pirotecnia", la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ha intensificado los esfuerzos para evitar que los fuegos artificiales lleguen al sistema de transporte público. Desde mediados de diciembre, se ha logrado decomisar más de una tonelada de pirotecnia en diversas estaciones del Metro de la CDMX.