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Celebrar la llegada del Año Nuevo en Times Square, Nueva York, es uno de los eventos más icónicos del mundo, cada 31 de diciembre, turistas y locales se congregan en esta famosa plaza para disfrutar de espectáculos musicales y el esperado descenso de la bola de cristal. Este evento es transmitido en vivo por cadenas de televisión a nivel mundial, convirtiéndolo en un símbolo de celebración global. Sin embargo, vivir esta experiencia conlleva sacrificios que pocos están dispuestos a asumir.
Participar en esta celebración es técnicamente gratis, pero hay inconvenientes, los asistentes deben llegar temprano, a menudo desde las 3:00 p.m., para garantizar un lugar en los corrales asignados. Las medidas de seguridad son estrictas: no se permite llevar mochilas, líquidos ni salir del área sin perder el puesto. Además, no hay acceso a baños ni venta de comida en los alrededores. Estas restricciones hacen que muchas personas consideren esta experiencia como algo que solo realizarían una vez en la vida.
Alternativas para mayor comodidad
Para quienes prefieren evitar las multitudes y el frío extremo, existen opciones más cómodas, aunque costosas.
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Eventos VIP: Hoteles como el Marriott Marquis ofrecen paquetes exclusivos, con precios que alcanzan los $7,500 por persona, incluyendo cena, barra libre y vistas privilegiadas desde sus terrazas.
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Habitaciones con vista: Reservar habitaciones con vistas directas a Times Square es otra opción, aunque los costos son elevados y requieren planificación anticipada.
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Accesos privados: Algunas oficinas y terrazas de la zona permiten una vista privilegiada de manera gratuita, pero suelen ser por invitación.
El centro de atención es la bola de cristal, que desciende desde lo alto del edificio One Times Square justo antes de la medianoche. Este espectáculo incluye fuegos artificiales, música y una lluvia de confeti. La bola actual, que pesa cerca de 6 toneladas y está iluminada por más de 32,000 luces LED, será retirada este año y expuesta en un museo, marcando el fin de una era para esta tradición centenaria.