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Las políticas migratorias de Estados Unidos han tomado un giro más estricto en los últimos años, especialmente durante la presidencia de Donald Trump, este enfoque ha incluido un mayor escrutinio sobre los inmigrantes y sus antecedentes.
En este contexto, los tatuajes han comenzado a ser observados por las autoridades como posibles señales de pertenencia a pandillas, lo que podría resultar en la deportación o en la denegación de la entrada al país, aunque estos tatuajes no siempre estén relacionados con actividades criminales.
En medio de la creciente preocupación por la seguridad y el crimen organizado, los funcionarios migratorios de Estados Unidos han identificado ciertos tatuajes como posibles indicios de afiliación a pandillas. Particularmente, los tatuajes vinculados con el Tren de Aragua, la organización criminal venezolana, han estado bajo la lupa de las autoridades.
Esta banda se ha expandido por América Latina, involucrándose en actividades ilegales como el narcotráfico, la extorsión y el contrabando, los tatuajes relacionados con estos grupos podrían ser utilizados como evidencia para justificar la deportación de inmigrantes, incluso cuando no tengan vínculo con estos grupos.
Como resultado, los símbolos asociados con este grupo están siendo analizados de cerca por las autoridades migratorias. Algunos de los tatuajes más comunes que se han vinculado a esta banda incluyen:
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Locomotoras
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Coronas de cinco puntas
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Estrellas en los hombros
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Imágenes de felinos depredadores
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Tatuajes relacionados con números, como el 23 de Michael Jordan
A causa de ello, varios inmigrantes venezolanos han sido deportados debido a la presencia de tatuajes que las autoridades consideraron como pruebas de su vinculación con pandillas, particularmente con el Tren de Aragua.