En enero de 2024, más de 770,000 personas en Estados Unidos carecían de hogar en una sola noche, según un informe del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Esto representa un aumento del 18% en comparación con el año anterior, destacando una crisis social que requiere atención urgente.
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Las comunidades que recibieron un flujo significativo de migrantes o que enfrentaron desastres naturales fueron las más afectadas, en 13 áreas que acogieron migrantes, las cifras de familias sin hogar se duplicaron, mientras que el aumento fue menor en otras zonas, evidenciando el impacto de la migración en este fenómeno.
La escalada de los precios de alquiler tras la pandemia agravó la situación, el informe detalla que el aumento en la falta de vivienda ocurrió durante un periodo de incrementos significativos en el costo de arrendar una propiedad. Aunque desde enero los alquileres han comenzado a estabilizarse, el déficit de viviendas asequibles sigue siendo un desafío estructural.
A pesar del panorama desalentador, hubo una reducción del 8% en el número de militares veteranos sin hogar, que ahora suman 32,882 personas, la cifra más baja registrada. Esto fue posible gracias a un programa que logró otorgar viviendas permanentes a más de 47,000 veteranos en el último año.
La secretaria adjunta de Vivienda, Adrianne Todman, destacó que la situación actual subraya la importancia de implementar soluciones basadas en evidencia. A pesar del progreso con los veteranos, instó a un esfuerzo sostenido para atender a las familias afectadas por esta problemática. Aunque los retos son considerables, se confía en que las políticas adecuadas puedan revertir la tendencia y ofrecer un mejor panorama para las personas sin hogar en los próximos años.