El famoso boxeador mexicano Saúl “Canelo” Álvarez ha tomado una decisión contundente respecto a su patrimonio y el futuro económico de sus hijos. En una reciente entrevista, el campeón mundial dejó claro que, aunque su fortuna es considerable, sus descendientes deberán ganarse su propio camino en la vida.
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Durante su conversación con Miguel Gurwitz, presentador de Telemundo Sports, Canelo enfatizó la importancia del esfuerzo y la dedicación. Aseguró que, a pesar de que sus hijos nunca pasarán necesidades, el dinero que ha acumulado a lo largo de su carrera como boxeador no será heredado automáticamente. “No tienen una vida fácil garantizada”, afirmó Álvarez, quien busca inculcar en ellos el valor del trabajo.
La realidad de su patrimonio
La fortuna de Canelo Álvarez se estima entre $275 millones y $300 millones de dólares, según Forbes y Sportico. Con cada pelea que gana, su patrimonio sigue en aumento; recientemente, se embolsó al menos $80 millones tras su victoria sobre William Scull. Además, su contrato de múltiples peleas con el jeque Turki Al-Alshikh asciende a $400 millones, lo que asegura un futuro financiero brillante para él. Sin embargo, esto no cambia su postura sobre la educación financiera de sus hijos.
Canelo subrayó que su objetivo es proporcionar a sus hijos las herramientas necesarias para que puedan construir su propia riqueza. “Te doy las herramientas para que puedas crear tu propia riqueza, tu propia historia, con herramientas que yo no tuve”, expresó. De esta manera, busca que sus hijos comprendan que el éxito no se hereda, sino que se trabaja.
La familia del campeón
Canelo Álvarez es padre de cuatro hijos: Emily Cinnamon, Mía Ener, María Fernanda y Saúl Adiel, y está esperando la llegada de una nueva niña en septiembre. Emily, la mayor con 20 años, será la primera en tener la oportunidad de forjar su propio camino bajo la supervisión y guía de su padre.
Aunque su legado financiero es indiscutible, el boxeador prefiere que sus hijos aprendan a luchar por lo que desean, asegurando así un futuro donde el esfuerzo personal sea el verdadero motor del éxito.